Pongamos la piyama al año 2009, quien ya se prepara para dormir eternamente su sueño milenario, y pasar a ocupar ese espacio que no quedará vacío, como nada queda vacío en el tiempo inmerso en todos los tiempos.
Nos preparamos para el 2010, quien ya esta empezando a tocar a la puerta de nuestras vidas, trayendo consigo una nueva ilusion y también una nueva oportunidad de vida para nosotros.
A lo lejos escucho tañir gloriosas las campanas de algún templo, invocando con su alegre júbilo quizá tiempos mejores para los fans dolientes que yacen con su conciencia dormida en los profundos sueños de sus más caros y secretos anhelos, pero que pueden abrir el corazón con fe y valor, para recibir nuevos horizontes de verdades que sólo se alcanzan con honra, trabajo, esfuerzos y super-esfuerzos constantes y repetidos.
Aquí en la oscuridad sedante de mi corazón, sólo digo una plegaria: “Los cielos y la tierra saludan ¡Bienvenido 2010, de nacientes promesas!”
Diamantinas brotan de mi piel, al conjuro mágico de éste nuevo amanecer, y de mi corazón, poderosos rayos de luz, de nuevas fuerzas y esperanzas. Llegó la hora tan esperada, aquellas que en nuestros sueños tomaron forma con infinita fe, llenándonos de esperanzas majestuosas para plasmar coloso, físicamente al AMOR.
Musgo verde cubre mis pies descalzos, florecitas silvestres flotan serenas sobre el mar de Neverland, heno perfumado que florece misterioso al contacto del canto de sirenas y algarabías de los niños perdidos , o tal vez el susurro de un hombre solitario, un hombre especial, un ángel guerrero, sencillo y protector, que se acerque despacio, cual pálida sombra, para no herirle con la luz de su mirada.
¿De dónde vienen los ángeles, serafines, querubines, potestades y principados?, -no lo sé- seguramente debe ser de un lugar muy especial, sumergido quizá en las profundidades de Neverland el océano en el cielo, -o quizá- de la verde y virgen espesura de la selva amazónica del mismo cosmos infinito de una sonrisa, donde pavorreales de grande y coloreado plumaje, cantan coros celestiales.
Hasta ahí, hasta ése lugar de inmaculados misterios viaja mi alma, sobre las alas de un pensamiento, al primer día del año 2010, para traer a la tierra la palabra escrita. Me cuestiono: ¿Es Neverland donde moran los seres celestiales, el lugar exacto desde donde ahora escribo?… si es así, entonces hoy he tocado el cielo.
En mi alma hay regocijo, una fiesta íntima, por haber sido atraída por la secreta gravedad del tiempo, ese campo magnético que separa la realidad de la imaginación. Hoy dejé defnitivamente y para siempre, de estar suspendida entre el cielo y el infierno del ayer.
Hoy conocí la majestuosa misericordia de Dios, al ser invitada a su gran fiesta universal. Y con el derecho que me confiere a no ser aún destronada del dominio de la vida, quiero hoy expresar que: “No se llega a ser verdadero, ni un gran hombre en este mundo, si no se posee el valor, el coraje de ignorar los tabloides inútiles de esta vida”....
Doral & LidiaZuly
