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lunes, 25 de enero de 2010

Michael: una escalera al cielo


El caminaba solitario por la vida, vestido de negro en su alma inmortal. Por mucho tiempo abrazó sus sueños, otros muchos años acarició la esperanza de encontrarse con la verdadera amistad y otras muchas épocas, se dedicó a sembrar caminos con pétalos de rosas, dejando en cada pétalo un suspiro aromático de su corazón de hombre, como pretendiendo anticipadamente perfumar los mocasines que le pisaran.

Una bella forma de amar al prójimo que pagaba con moneda negra sus servicios nobles.
El reía cuando deseaba llorar, callaba cuando deseaba gritar, cedía cuando deseaba ignorar... no había espacios en su alma para albergar odios ni resentimientos, sino amor, misericordia y perdón, se hizo hecho experto en poner la otra mejilla ¿qué importa si las bofetadas son de quien vienen, y las palabras tienen solamente el valor que el quizo asignarle?

 

Pasado y presente se conjugan en un sólo verbo aquí y ahora, el sístole y diástole de una historia de sueños y magía, el alfa y omega de un sentimiento heraldo, la forma etérea del amor sin tiempo que resulta irremplazable para el alma inmortal. El amor de un ángel que vivía y habitaba en un cuerpo físico aquí en la tierra... El se llamaba: ¡Michael Jackson!

 

Las fuerzas primitivas y elementales de la naturaleza se manifiestaron en el, porque ha aprendido a ayudar sin pedir nada a cambio. Su destino era la musica, el equilibrio y la armonía... ¡Su precio era el amor!

 

A el no le hacía falta nada porque lo tenía todo en su esperanza, ¿Qué clase de sacrificio pudiera ocurrirle que no conociera ya con el sólo hecho de haber sido tan famoso? Y en su sonrisa... ¡La máxima expresión de Dios!

 

transformador de lágrimas en frescas gotas de rocío, transmutador de amargura en dulzura infinita, que convierte en suaves pétalos de rosas, las crueles espinas que tanto hieren, que cambia la hiel por dulce miel y se vierte en cálido susurro modificando la voz de la soberbia, en humildad, la firmeza del orgullo malentendido y la traición del humano, por amor la transforma en perdón.



Alguien me preguntaba ayer: ¿Existen ángeles en la tierra?, aquí le dejo la respuesta.


Doral & LidiaZuly