El disco "Dangerous" sigue siendo un suceso y los videos no eran nada menos que èpicos, con rutinas de baile e imàgenes sorprendentes. Remember the time cuyo video interpreta a los reyes del Antiguo Egipto.
En 1992, Michael Jackson lanzó la canción Remember the Time. En el video de la canción, Eddie Murphy retrata el antiguo faraón egipcio Amenhotep IV. El vídeo ofreció muchos elementos de la religiosidad de la brujería, que dominó la antigua cultura egipcia. Modelo Iman retrata la antigua Eyptian la reina Nefertiti en el video.
En 1992, Michael Jackson lanzó la canción Remember the Time. En el video de la canción, Eddie Murphy retrata el antiguo faraón egipcio Amenhotep IV. El vídeo ofreció muchos elementos de la religiosidad de la brujería, que dominó la antigua cultura egipcia. Modelo Iman retrata la antigua Eyptian la reina Nefertiti en el video.
Michael Jackson continua mutación como un espíritu demoníaco a través del video musical. En los primeros años de su reinado, Amenhotep IV vivió en Tebas con Nefertiti y sus 6 hijas.
En un principio, permitió que el culto de las deidades tradicionales de Egipto a continuar, pero cerca del Templo de Karnak (centro de gran culto de Amón-Ra), levantó varios edificios grandes como templos de Atón.
PIRAMIDES DE GIZEH
La Necrópolis de Guiza se encuentra en la meseta de Guiza, al oeste de la población homónima, a unos veinte kilómetros de El Cairo, Egipto. Comenzó a utilizarse durante la segunda dinastía, habiéndose encontrado cerámica fechada en el reinado de Nynecher. En ella se encuentran las famosas pirámides construidas por los faraones de la cuarta dinastía Jufu, Jafra y Menkaura (conocidos como Keops, Kefrén y Micerinos)
RAMSES II
Usermaatra Setepenra – Ramsés Meriamón o Ramsés II es el tercer faraón de la Dinastía XIX de Egipto, y gobernó unos 66 años, del c. 1279 al 1213 a. C.
Ramsés II es uno de los faraones más célebres, debido a la gran cantidad de vestigios que perduran de su activo reinado. Algunos escritores creen que es el faraón mencionado en el Éxodo bíblico, pero no hay pruebas ni documentos egipcios que lo confirmen.
AKENATON
Neferjeperura Amenhotep, más conocido como Ajenatón, Akhenatón o Akenatón, fue el décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Su reinado está datado en torno a 1353-1336 a. C. y pertenece al periodo denominado Imperio Nuevo de Egipto. Hacia el cuarto año de su reinado, cambió su nombre a Neferjeperura Ajenatón.
Dentro de la historia del Antiguo Egipto, su reinado inicia el denominado Período de Amarna, debido al nombre árabe actual del lugar elegido para fundar la nueva capital: la ciudad de Ajetatón, esto es, «Horizonte de Atón. Es célebre por haber impulsado transformaciones radicales en la sociedad egipcia, al convertir al dios Atón en la única deidad del culto oficial del Estado, en perjuicio del, hasta el momento, predominante: el culto a Amón. Dichos cambios se desarrollarían a lo largo de varios reinados después del suyo y se detendrían con el fin de la dinastía. Es el primer reformador religioso del que se tiene registro histórico.[7] Con todo, su reinado no sólo implicó cambios en el ámbito religioso, sino también reformas políticas y artísticas.
Aunque tardíamente descubierto y todavía poco conocido, está considerado por muchos historiadores, arqueólogos y escritores, como uno de los faraones más interesantes
Eddy Murphy como Amenhotep
NEFERTITI
Neferu Atón Nefertiti (c. 1370 a. C. - c. 1330 a. C.), fue una gran reina de la dinastía XVIII de Egipto, Gran Esposa Real de Ajenatón (Akenatón). Su nombre egipcio, nfr.u itn, nfrt.y.ty, se traduce como Bondad de Atón, la bella ha llegado.
Su belleza fue legendaria, pero tras su imagen sublime, parece que su papel político y religioso en el desarrollo de la experiencia amarniana fue fundamental. Su reinado se distingue por la frecuencia con que se realizaron representaciones monumentales que evocaban a la pareja real en la intimidad, y en especial la proximidad de sus hijas (jamás antes de esa época el arte oficial había representado escenas familiares).
Iman como Nefertiti
No se ha demostrado que sucediera a Ajenatón (Akenatón) tras su muerte; algunos egiptólogos creyeron que ella fue la que reinó con el nombre de Semenejkara; sería más verosímil hablar de reinado en colaboración parcial entre Ajenatón y su gran esposa real. Tampoco se ha podido demostrar que sobreviviera a su real esposo y por lo tanto, que ella fuese Semenejkara.
RELOJ DE ARENA:
En este, el reloj de arena alado representa la sublimación y transfiguración de Osiris,siendo el símbolo de la inmortalidad y la resurrección. Es el discurrir fatal del tiempo y lo irreversible que tiene en sí.
El reloj de arena simboliza para los masones el flujo inexorable del tiempo, la consumación de un ciclo, pero también la posibilidad de inversión del tiempo, del regreso al origen. Lo vacío y lo lleno, lo superior y lo inferior (o sea el Cielo y la Tierra) el pasado y el futuro.
Los dos compartimentos del reloj de arena simbolizan el cielo y la tierra, y el hecho que sean indistintamente parte superior e inferior, depende de la voluntad o necesidad del hombre. El pequeño canal que une o separa ambos compartimentos, simbolizan la puerta estrecha por la que es necesario pasar, para experimentar un desarrollo espiritual, El reloj de arena con alas es un emblema para recordar que el tiempo y el viaje a través del espacio son meros símbolos en sí y que la vida en la tierra es, estado aparente
EL GATO
El gato en general era, como el león un símbolo solar, pero, además, era un protector del hogar, convirtiéndose en una mascota querida y apreciada, a juzgar por las representaciones registradas en las tumbas del Reino Nuevo, a partir del reinado de Thutmés III. Allí, se sitúa junto a sus amos, sobre todo bajo el asiento de la mujer, interpretándose como una forma de enfatizar la feminidad, la sexualidad y las eficaces cualidades del ama de casa. En este caso, el gato estaría asociado a un aspecto de la diosa Hathor y ésta, a su vez, con las mujeres.
También en el Reino Nuevo existen pequeños sarcófagos con gatos momificados que fueron enterrados en las tumbas de sus dueños, además de estelas, papiros, etc donde figura tanto el Gran Gato de Heliópolis junto a la persea, como la gata maternal.
Un buen número de momias de gatos se encontraron en necrópolis exclusivas de felinos. Éstas estaban encomendadas a ciertas deidades -generalmente leonas- que fueron el aspecto agresivo que podía tomar este animal, es más, no fue hasta el Tercer Período Intemedio cuando esta diosa represento el aspecto pacífico de Sejmet.
Los egipcios fueron un pueblo amante de los gatos; aparecen representados en multitud de contextos, es decir, como animales de compañía o como deidades. En Egipto podemos distinguir dos tipos: el Felis chaus o gato de los pantanos y el Felis (silvestris) lybica o gato salvaje africano .El Felis chaus es algo más grande que el Felis (silvestris) lybica, de constitución robusta, patas largas y cola más bien corta. Existieron varios tipos de gatos en Egipto; el Felis (silvestris) lybica tiene una constitución y características similares al gato doméstico europeo, aunque posee una cola algo más corta que el gato doméstico. Fue el que sirvió para representar a las diosas Hathor, Mut, Sejmet, Bastet... y fue el predecesor de los gatos domésticos del Antiguo Egipto. Por el contrario, el Felis (silvestris) lybica es un gato de tamaño mayor y fue el que sirvió para encarnar al Gran Gato de Heliópolis.
Pese a que el gato está presente desde el Predinástico, no se puede asegurar categóricamente que esta especie estuviera domesticada en fecha tan temprana pudiendo ser durante el Reino Medio cuando sufrió esta domesticación.
MAGO
Los Magos del antiguo Egipto es el título deliberadamente elegido para dar personalidad propia a esta obra que pretende exponer parte de lo que se puede conocer del mundo nebuloso que protagonizaron los sabios iniciados en el antiguo Egipto. Puede que, el término ‘mago’, no sea el más idóneo para identificar a los conocedores de la antigua sabiduría que desempeñaron en Egipto un papel tan trascendente en el desarrollo de su proceso civilizador. En puridad deberíamos hablar de los ‘sacerdotes lectores’ del antiguo Egipto o de otras denominaciones técnicas más acordes con la lexicografía egiptológica.
Pero hemos de partir de la proximidad en el lenguaje, y el lenguaje, la palabra, son esenciales para dar vida a lo que se quiere exponer.
Entre nosotros, poca gente ha oído hablar de los segundos y, sin embargo, casi todos hemos quedado alguna vez atrapados en el misterio de los primeros. Según los griegos la palabra ‘mago’ procedía de Persia, donde se utilizaba para referirse vagamente a los astrólogos, sabios e intérpretes de los sueños. Pero a los griegos y a los romanos, el mundo egipcio con sus monumentales templos y sus escritos llenos de embrujo y misterio, siempre les pareció íntimamente vinculado con la magia y, por tanto, los magos egipcios fueron para ellos los más importantes y prestigiosos de todo el mundo.
MAGIA
La asociación de Egipto con el mundo de la magia y a las prácticas ocultas es antigua y frecuente, esta fascinación por los misterios de Egipto se encuentra en los textos antiguos, pero también en el mundo del esoterismo. Pensamos en el duelo de la magia entre Moisés y los magos del Faraón o en las inscripciones griegas y romanas invocando a las divinidades egipcias para reforzar la eficacia de los encantos mágicos."En cuanto a esta formula, nadie debe verla, nadie puede conocerla. ¡No la reveles al común de los mortales! "
Los enemigos del orden terrestre, la Muerte y sus emisarios eran conjurados por los egipcios con los medios de los ritos orales o escritos, cuyo contenido se conoce en la actualidad por los papiros y los objetos egipcios conservados: Amuletos, bastones mágicos, estatuillas constituyendo el trasto al cual el mago acudía en Egipto para ejercer su oficio. En total, unos doscientos cincuenta objetos, como las figuritas de prisioneros atados, adquiridas recientemente por el Museo del Louvre, revelarán al visitante las prácticas de Egipto antiguo pero también su posteridad.
ALAS EGIPCIAS
Este es un motivo que se repite en la iconografía egipcia con asiduidad, ya que las entidades divinas aladas son numerosas. Las alas proporcionaban el aire divino para que los hombres pudieran respirar e inhalar el aliento imprescindible, tanto es así que desde la dinastía I, se entendió que el cielo estaba formado por las alas del halcón del dios Horus y que las nubes y las estrellas eran las plumas moteadas tan características en este ave.
Las alas suelen llevarlas las divinidades ornitomorfas, como el buitre o el halcón, así como el disco solar que, gracias a ellas surca el cielo diariamente. Con esta iconografía tenemos al Horus Behedeti. El motivo de las alas desplegadas, se repite con frecuencia en los techos o sobre las puertas de acceso de los templos, donde ser preprodujeron halcones y buitres en pleno vuelo que protegían los puntos más vulnerables del santuario, las puertas.
A partir del Reino Nuevo y concretamente tras el reinado de Ajenatón, ciertas diosas que representaban conceptos de protección pueden aparecer con alas. Es muy frecuente encontrar al dios Osiris y acompañado de Isis y Neftis que extendiendo sus alas protectoras, abrazan al dios.
Las alas dibujadas sobre los sarcófagos se encuentran en los llamados "Sarcófagos rishi" convirtiendo la caja en un confortable y seguro envoltorio emplumado. Además, la presencia de deidades aladas dibujadas en los sarcófagos a la altura del pecho, son realmente habituales durante el Reino Nuevo.
HALCÓN
El halcón común fue otra de las divinidades cósmicas que se adoraron en Egipto Simbolizó al Bajo Egipto, se vinculó al rey vivo y a todos los dioses guerreros. La divinización de este pájaro posiblemente se debió a la admiración hacia el halcón peregrino, una espléndida ave de rapiña, bastante agresiva, que surcaba el cielo egipcio de forma majestuosa.
El culto a deidades identificadas con el halcón en Egipto fue algo muy extendido. Suponemos que en el Periodo Predinástico muchos de estos halcones se fusionaron en Horus –el distante-, ya que éste terminó siendo el más importante aunque también fue la encarnación animal de Ra, Sokar, Montu, Mandulis, Sopdu, etc. Se entendió que tenía por ojos el Sol y la Luna. Es decir, se pensó que era una transfiguración del Sol, tomando el nombre de Hor-Behedeti, y a la vez se convirtió en un símbolo real. El monarca era un halcón en la tierra, era la hipóstasis de Horus, por lo que era el propio dios Horus.
En la necrópolis de Sakkara existía un lugar donde estas aves eran enterradas con toda clase de cuidado y respeto ya que en muchos templos donde se adoraba al halcón se criaban estos animales. No todos los ejemplares fueron considerados sagrados sino que constituían ofrendas o presentes agradables a la divinidad que los peregrinos llevaban a los lugares de culto, sobre todo en Baja Época. El halcón elegido como ofrenda era únicamente el depositario de la encarnación terrestre del dios.
Dos de los cinco nombres del rey estaban identificados con el halcón: el nombre que se introducía en un Serej y el denominado Horus de Oro . En Egipto también encontramos, aunque en muy contadas ocasiones y en épocas muy tardías, halcones femeninos. Éstos se hallan, por ejemplo, en las criptas del templo de Dendera y representan a la diosa Hathor o a la diosa Isis.
En contextos funerarios protege la nuca o el pecho del difunto
SERPIENTES
En todo Egipto se rendía un culto especial a las serpientes. La imagen de la serpiente en los jeroglíficos significaba diosa. La Cobra, por ejemplo, decoraba la corona de los faraones y simbolizaba el poder de la monarquía. En la entrada de los templos se pintaban imágenes de serpientes para proteger su entrada y en los sepulcros importantes se colocaban cajas con serpientes vivas para cuidar el lugar sagrado.
LEON
Al león se lo consideraba el señor del desierto. Se lo asociaba con el sol debido a la fuerza devastadora y salvaje de ambos en el desierto. representación es de una leona se la asocia con las diosas peligrosas como Tefnut, Bastet o Sekhmet.
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