La primera vez que llevé a mi padre al rancho, venía renegando. Es diabético y todo lo que traiamos eran caramelos, así que se quejaba. Estábamos en la sala de juegos y salía un estruendo de la máquina de los discos.
Yo estoy sorda, así que si estaba alto para mí, tenía que aturullar a otros. De modo que me salí y fui a sentarme al borde de la alberca con los pies dentro del agua. Mi padre me siguió pero dijo que iba a buscar un poco de agua. pasó 1/2 hora y aun no había regresado, cuando fui a buscarlo hasta la sala de juegos, allí estaba jugando a un video juego con una sonrisa chistosa en la cara.
- ¡¡POW!! ¡¡¡Te tengo!!! ¡¡POW POW!!”...¡¡Dios mío que placentero!!
Después fuimos a la estación del tren. Estaba repleta de golosinas y caramelos. Mi padre "el diabético’, fué hasta los puestos de las nieves que estaban repartidos por todo el rancho, y cogió dos barritas de helado con cada mano, llenó sus bolsillos de caramelos y esperamos al tren. Después de cenar, fuimos a ver una película. En lugar de llenar los vasos de palomitas, los llenó con dulces y se sentó.
Le dijo a Michael, al final de día, que finalmente había comprendido de lo que trataba el rancho. Al fin lo comprendió. Se trataba del niño que hay en el interior de todo adulto. No tienes que ser un chiquillo para gozarlo y se alegraba de que Michael le hubiera abierto los ojos sobre ello. Michael simplemente le contestó que estaba encantado, que esperaba que lo hubiera pasado bien y que volviera en cualquier otro momento.
- Era muy dulce y sincero hasta la exageración, a menos que sintiera que la verdad puediera lastimarte, era, además, un hombre audáz de negocios y si las cosas no sucedían correctamente, no dudaba en despedir a alguien.
Si te acercabas a él con calma y le hablabas, él te respondía con su voz real. Si eras un fan que gritaba y no podía hablar, entonces él actuaba en su papel de Rey del Pop.
