"Estos zapatos de baile gastados Tamaño 9 1/2 del bad tour tienen un pedazo de elástico a cada lado de la parte superior, lo que permitió que permanecieran cuando bailaba y lanzara patadas"
Michael, una vez encontró a Michael Bush puliendo sus zapatos y lo reprendió: “No vuelvas a pulir mis zapatos. El cuero se usa de la manera que me gusta, y si los cubre en pulido, los zapatos se resbalarán. Si me caigo y me tuerzo un tobillo, ¡¡todos estaremos sin trabajo!!”
Michael había aprendido a bailar con los Florsheim, y en su mente temía que si intentaba bailar en cualquier otra cosa, perdería la magia en su pasos "Estos son los zapatos que mi familia podía permitirme y lo que me inclinaron a bailar. No me importa lo que le hagas a mi ropa, pero no toque mis zapatos. Estos son mis zapatos de baile,. Amo mis zapatos ".
Cuando los nuevos zapatos fueron comprados lo primero ya fuera de la caja, Bush sustituiría las suelas de goma por el cuero de baile y acuchillaría el inarrastrado exclusivo donde la parte anterior de la planta de pie es colocada.
"Podía llevar piernas guardianes de oro de 18 quilates y cubrir sus muebles en piedras falsas austriacas de cristal, pero no dar a Michael un par de mocasines de diseñador." No podría hacer el moonwalk o bailar, pararse de puntillas, o girar borrosamente con la precisión de un trompo. Los Florsheim, sin embargo, pueden hacer todo eso y más. En la gira tenía dos pares de Florsheim rotos y estaba tan paranoico si llegaba a perderlos. Me acosté con un par debajo de mi almohada cada noche. "
Dejando el mundo del baile
En el 2009 cuando pidieron a Michael Bush y a Dennis Tompkins vestir a Michael por ultima vez, ellos estaban inseguros de los zapatos de Michael, pero al preguntar a La Toya de elección de la familia, La Toya dijo:" Él tiene que salir de este mundo bailando. Definitivamente los Florsheim ".
Michael Bush arrrastró encima un nuevo par de Florsheim que Michael le había enseñado.
