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sábado, 27 de julio de 2013

Mike Bonifer: ¿donde está el otro guante de Michael? XD

the sherman brothers

A mediados de los 80, dirigí una serie de TV titulada The Disney Family Album. Michael Jackson era fan de la serie, como lo era con todo lo de Disney. Estaba particularmente interesado en un episodio sobre los Sherman Brothers, Richard y Robert, que habían compuesto la música de Mary Poppins y otras muchas para Disney, incluyendo éxitos pop para la superestrella de los Mouseketeers, Annette Funicello.
 

Un día, una asistente de Michael llamó a mi oficina y preguntó si mi socio en la producción, Cardon Walker Jr., y yo podíamos ir a comer y llevarnos con nosotros a los Sherman Brothers. Los cuatro pasamos una tarde muy interesante en la casa de Michael en Encino.
 

Ahora que MJ ha fallecido, quiero rememorar aquella historia de nuestra visita. Para hacerla más breve, la contaré como una escena de dos personas, Michael y yo.

Mediados de los 80, Michael me invita a comer en su casa de Encino. Era fan de la serie de TV que dirigía, Disney Family Album. Algunas mamás y sus hijas pre-adolescentes estaban esperando tras la reja metálica de la entrada con sus cuadernos de autógrafos preparados. Su asistente me recibió y me guió hasta la sala de trofeos. Discos de oro y platino, todas las portadas de revistas que puedas imaginar.

 
Una gran urna de cristal con Blancanieves y los Siete Enanitos construída por los Disney Imagineers. Michael no estaba. Tras un rato me empecé a orinar. Encontré a la asistente que me mostró el camino hacia el baño. Era un baño pequeño, pintado con querubines desnudos, con un picaporte gigante que casi no podía abarcar con la mano. Recuerdo haber pensado que a un niño le hubiera costado abrir una puerta con semejante picaporte. Cuando volví a la sala de trofeos, Michael estaba allí. Rercuerdo haber pensado, 'lleva el maquillaje de cuando hizo The Wiz porque su nariz era más oscura que el resto de su cara.


Hablamos durante media hora, siempre sobre Disney, y sobre la música de Mary Poppins de los Sherman Brothers. Le dije que me gustaba la música de Ben. Me dijo que a él también. Me dijo que el compositor había hecho más música para él. Cantó parte de una de las canciones. Se llamaba "Not Now". Su voz era tan pura y preciosa (y era ÉL) me sonrojé.


Preguntó si quería comer. Le dije que sí. Me llevó a un gran salón con una mesa enorme. La comida estaba en un extremo. Nosotros nos sentamos en el otro. Era muy tímido. No me miró a los ojos. Dijo que las editoriales musicales eran un buen negocio en el que meterse, como quien dice que comprar un reloj Swatch es una buena inversión. Aquello lo dijo cuando estaba comprando el catálogo de los Beatles, había visitado a Paul. Él y Paul vieron dibujos animados mientras Linda preparaba sopa. Sonaba un teléfono en la sala contigua pero nadie contestaba. Eso ocurrió tres o cuatro veces. Cada vez sonaba durante unos minutos.


Michael se dijo a sí mismo, estando sólos los dos en el salón, "Ojala que dejara de sonar el teléfono". El teléfono paró. Pensé rapidamente, "¡Debe llevar un micro y alguien le está escuchando!. La chef y camarera era una mujer guapa que parecía escandinava, vestida de blanco con un turbante blanco. En un momento, como si tuvieramos altavoces, pudimos escuchar a niños riéndose.


Michael se puso en alerta. ¿Están bien? ¿Alguien está a su cuidado? preguntó a la radiante señora de blanco. "Están bien, Michael", le dijo, reafirmándolo. No me quedó claro de dónde venían esas voces de niños. La noticia del día anterior había sido que Animal Control se había llevado a su jirafa, Jabbar. Le pregunté si estaba preocupado por Jabbar. Me dijo que no, que sus abogados se estaban ocupando.


Tras acabar de comer, le pregunté si podía ver su habitación. Me dijo que sí. Subimos las escaleras. Llegamos a su puerta. Llamó suavemente, y luego se quedó escuchando. Repitió esto varias veces. Dijo, "se supone que ya no está el". Y yo pensaba "¿De qué se trata esto?" Tras escuchar de nuevo junto a la puerta. Finalmente dijo, "Ya podemos entrar" y abrió la puerta. Esperando a Michael dentro, vestido con un polo rojo y pantalón azul, estaba Bubbles, su pequeño chimpancé.


"¡Bubbles! ¡Bubbles!" dijo Michael. Bubbles saltó a sus brazos. Jugamos con Bubbles y vimos algunos de sus trastos. Me enseñó una escultura en una urna de cristal empotrada en la pared del dormitorio. Era una escena de Peter Pan de Disney. Mostraba a Peter y los niños Darling volando sobre Londres. Dijo, "ven a ver esto" y señaló una ventana de una miniatura de la casa de los Darling, at través de la ventanita, dentro de la pequeña casa, se podía ver todo el mobiliario en miniatura creado por los mismos arsitas de Disney.


Era exactamente como la escena de la película, con una excepción. Sobre la chimenea había un mini retrato de Michael Jackson. "Me encaaaaaaaaanta eso" le dije. La ventana de la casa de los Darling estaba a la altura perfecta para que un niño de ie pudiera ver a través. En un momento le pregunté si podía ver su estudio de grabación. Me dijo que sí. Dejamos atrás a Bubbles, y salímos del dormitorio por la puerta de atrás. Se puso la mano sobre la cara a modo de visera.


Le dije, "se supone que no vamos a ponernos al sol". Atravesamos el caminito hacia la entrada al estudio. La entrada estaba creada como la entrada a una tienda tipo Disney o de Main Street, con textos dorados en las ventanas y flores y plantas. La entrada daba a una cocina y cada milímetro de la encimera, estanterías y la pila estaba lleno de caramelos. Todas las clases de chucherías que te puedas imaginar. Dijo, "Adelante, coge algo. Así que tomé unos M&Ms y Sugar Daddy" Subimos arriba hacia el Museo y el estudio de grabación. Había cuatro estatuas de cera a tamaño real de Michael en el Museo. Por un segundo tuve vertigo. La habitación pareció girar cuando se movió el quinto Michael. Había seis guantes de brillantes en una caja de cristal. Me dijo "A la gente le gusta verlos".


Dijo, "Hay un chiste ¿Qué pasó con el otro guante de Michael Jackson?" Me reí. Dijo "Tengo sentido del humor". Le pregunté, "bueno, y ¿qué pasó con él? Me dijo, "Ohhh, noooo. No lo puedo decir". Durante el resto del tiempo que estuve allí, le piqué a ver si me lo decía ¿Qué pasó con el otro guante, Mike? le preguntaba. Se reía y decía "¡Noooooo! ¡No lo puedo decir! ¡Es de mala educación!


En la sala de ensayos había una cámara Panasonic de 35mm y las luces colocadas como en una pista de baile. Un equipo de grabación venía cada tarde y le grababa bailando. Él lo veía a diario, como si fuera una película. Al bajar al estudio de grabación pude ver una partitura de ‘Smooth Criminal’ sobre la mesa de mezclas.


Tras salir me sentí un poco mal por él. Parecía sólo en un mundo que había construido y que habitaba él solo. Descansa en paz, 

Mikey.