Michael Jackson My Obsession Blogspot

sábado, 7 de mayo de 2011

Keith Badgery: de chófer a amigo de Michael (4ta. Parte)


Antes de comenzar cada concierto, Michael tenía una audiencia con niños del país donde estuviera. Se mostraba muy amigable con ellos: respondía a sus preguntas, firmaba autógrafos y posaba para fotos con los jóvenes fans. Los niños lo adoraban absolutamente, estaban tan excitados como cualquiera que conoce a Michael Jackson. Cuando volvimos a Londres, mis hijos, Michael de cinco años y Sheryl de cuatro, estaban invitados a la reunión y estaban totalmente excitados por ello.

Esa vez, el concierto fue cancelado porque Michael tenía problemas de garganta, con el resultado de que la audiencia con los niños también fue cancelada. Mis hijos quedaron amargamente decepcionados pero comprendieron que esas cosas pasan. Otro miembro del grupo se enteró de que mis hijos estaban muy tristes por haberse perdido el evento. Yo no sabía que Michael se había enterado hasta que un día vino y me dió dos fotos suyas firmadas. 'Se que esto no compensará la cancelación del evento, pero al menos es algo' dijo mientras me las daba. Miré las fotos y en ellas había escrito 'Para Michael con amor, Michael Jackson" y "Para Sheryl con amor, Michael Jackson". Esto me conmovió particularmente porque Michael normalmente pone "Michael Jackson" en sus fotos, y rara vez escribe algun mensaje personal.

Cuando hacía grandes distancias, Michael normalmente viajaba en avión o en el Orient Express, dependiendo de lo que más le apeteciera, mientras el resto de nosotros llevábamos nuestros coches a cada nuevo destino. Esto ocurrió al final de mi parte de la gira, cuando Michael iba a actuar en Estambul. Tristemente no tuve la oportunidad de despedirme de él.

Michael iba a volar a la ciudad, mientras yo llevaría el Mercedes detrás de su mini bus por Turquía, y fue durante mi camino hacia la capital del país cuando tuve el primer aviso de que Turquía no yba a ser como los otros países por los que había viajado. Un coche venía detrás y nos ralló la carrocería tanto a mi como al minibus, así que salí detras de él para enseñarle que no podía ir por ahí con ese tipo de comportamiento. De repente el coche paró y salió un hombre: me dispuse a decirle unas palabras pero de repente, el hombre me apuntó con una pistola. Volví al coche y fue la última vez que perseguí a un coche en Turquía.

Una vez en Estambul nos reunimos con Michael y nos acomodamos en el hotel, donde vivimos con el lujo habitual: comida preparada a cualquier hora, habitaciones preciosas, etc... En cambio, Michael no se sentía bien para nada y tras mucho deliberar, se decidió que no habría concierto, sino que volverían a Londres para que se recuperara. Le llevé al aeropuerto y tuvoe algunos problemas con la policía durante el camino: un coche trató de sacarme de la carretera, asumiendo sin duda, que sería una gran hazana causarle problemas a Michael Jackson, mientras otros me cortaban el paso. Fue una experiencia horrible, me rompieron el parabrisas y sólo pude tranquilizarme cuando Michael subió al avión. Michael nunca suele decir mucho en esos momentos, pero yo estaba totalmente aliviado de que nos largaramos de allí.

Inicialmente los conciertos sólo se habían pospuesto hasta que Michael se mejorase y no se sabía que había salido del país. Tras un par de días, empezó a notarse que Michael seguía sin recuperarse y hubo que cancelar el resto de conciertos. Esto nos metió en un problema. Turquia es un país precioso, pero yo ya había descubierto que la vida es más dura allí que en la europa del oeste. Yo no fui el único que advirtió la situación así que había preocupación por cómo reaccionarían los promotores cuando descubrieran que Michael se había ido y no iba a regresar.

Definitivamente y creo que sabiamente, decidimos que uno de los mejores valores es la discrección y sería mejor para todos irnos de allí antes de que se hiciera el anuncio oficial. La gente de Michael había comenzado a abandonar el hotel entre idas y venidas fuimos apróximando a la gente al aeropuerto. Después teníamos que salir nosotros mismos y los coches así que acabamos haciendo una carrera por medio de Turquía con tres Mercedes de cristales tintados. Tuvimos suerte de que son buenos coches, porque la policía trató de pararnos en varias ocasiones, y en cada caso, conseguimos librarnos sólo porque íbamos más rápido que ellos.

Seguíamos nerviosos hasta que cruzamos la frontera con Grecia pero en cuando llegamos a la Europa del oeste nuestros nervios se fueron y la vida volvió a la normalidad. Poco después pude reunirme con mi familia y los cuatro meses y medio que estuve con Michael parecían como un sueño.

En el curso de esos meses, Michael hizo 41 conciertos y pude verlos todos ellos. El comienzo era la puesta en escena más increíble que había visto, y eso que las vi todas. Había un dramático énfasis musical que cobraba intensidad mientras se veían flashbacks de Michael a lo largo de los años. Luego se apagaban las luces, la música comenzaba a ponerse frenética y el escenario explotaba de repente con fuegos artificiales mientras Michael salía de una explosión del suelo desde una 'tostadora', algo que consiguió titulares en todo el mundo.

La gente se volvía totalmente loca. Michael se quedaba absolutamente quieto durante todo un minuto, y hace falta una cantidad anormal de carisma para conseguir estar parado sobre un escenario ante miles de personas, luego giraba repentinamente la cabeza y mantenía su pose durante otro minuto mientras la gente volvía a explotar. Al final de los conciertos, se iba volando con un jet pack, también fue pionero en el mundo.

Así que este fue mi momento con Michael Jackson: un genio musical, un hombre realmente amable y bueno y durante muy poquito tiempo, un amigo. Estoy muy orgulloso de que tenga a sus própios hijos ahora y no le deseo otra cosa que felicidad en el futuro. Y sobre su música y sus conciertos, sólo puedo citar lo que me dijo alguien en otro contexto muy distinto, "baby, eres el mejor".

He conocido a otros dos miembros de la familia a lo largo de los años y para ser honesto, no tienen nada de Michael. La primera fue LaToya, su hermana pequeña, a la que conocí bajando del Concorde con su entonces marido y manager, Jack Gordon. Por supuesto, reconocí a LaToya inmediatamente y aunque no lo hubiera hecho, habría sido evidente que era una estrella.

LaToya adora absolutamente la atención que recibe y hace ante la gente todo lo que sabe: mover sus pestañas, dar vueltecitas por ahí, ponerse y quitarse las gafas y generalmente, actuar como una estrella. Jack estaba pegado a ella con las maletas así que me acerqué a él: "Sr. Gordon", le dije 'deje que le ayude'. Parece que cometí un error en el código de Jack Gordon por haberle dirigido la palabra sin llevar su nombre escrito en un cartelito como se suele hacer. Me miró despectivamente. '¿Nos conocemos de algo? dijo en un tono que podría haber servido como un estilete. 'No señor, no nos conocemos.

Pero ya que está usted detrás de una miembro de la familia Jackson, a la que reconozco porque he visto aproximadamente 18.243 fotos suyas en los periódicos y se que está casada con su manager que se llama Jack Gordon, es bastante evidente que usted pueda ser él. ¿Esstoy en lo cierto y es usted Jack Gordon y acompaña a LaToya Jackson, que tiene a un hermano todavía mas famoso llamado Michael con el que he pasado recientemente cuatro meses y que tiene más cortesía en la uña de su dedo pequeño que la que me ha demostrado usted ahora mismo? Ahora le llevaré a Londres, porque para eso me pagan. ¿Puedo añadir que su señora se ha pasado mucho con el maquillaje?" Bueno, no le dije nada de esto. Simplemente cogí sus maletas y me fui. Pero ciertamente lo pensé.

También conocí a Jermaine Jackson, brevísimamente, cuando me llamaron para reunirme con él y su famlia en el Conrad Hotel de Chelsea. Jermaine apareció como un hombre decente y educado. Él y su familia acababan de comer y me ofrecieron un sandwich, lo que acepté agradecido porque en este trabajo puedes pasar horas o incluso días sin comer.

Luego la familia se fue a sus habitaciones para cambiarse mientras les esperaba fuera. Y esperé. Y esperé. Y esperé... Finalmente, después de dos horas tarde, apareció un botones 'Perdone por esto' dijo, 'pero han decidido que al final no saldrán'. '¿No podían haberlo dicho antes?'. 'Se olvidaron de que estaba usted aquí dijo el botones y volvió dentro. Ah, vale, pensé, gracias por el sandwich...

FIN

No hay comentarios :