"Llegué a entrevistar a Michael Jackson una sola vez, en la casa familiar en Encino, California"
Esto fue con motivo de su 21 cumpleaños, y recuerdo haber pensado que para un hombre acercándose a un hito, no parecía muy feliz. La verdad es que parecía cansado. No a la fatiga o esfuerzo. Se trataba de un existencial cansado, como si se sentía agotado por el simple hecho de ser.
Recuerdo que Jackson no caminaba por el lugar tanto como refugio, cayendo desde una habitación a otra como un gran peso sobre sus hombros.
Él se quejaba de que se sentía solo, me dijo lo que él anduvo por las calles fuera de la puerta de seguridad, a veces, tarde en la noche, sólo en busca de alguien con quien hablar. Lo tomé por la creación de imágenes exageración hasta que un amigo mío, el cantante Sam Moore, de la edad de Sam & Dave dúo, me dijo acerca de la conducción a través de Encino una noche y la búsqueda de Michael, sólo caminar.
Una memoria de otros de esa entrevista: Michael me decía con su voz suave, cómo una chica se subió a la valla de seguridad y se ha encontrado vagando por las propiedades temprano por la mañana. Tuvo suerte, dijo, que los perros no estaban porque habían comido viva. Momentos más tarde, a modo de ilustración, que me llevó a ver los perros en cuestión.
Estábamos de pie delante de los caninos estaban descansando. Y Michael dijo: "Haz de cuenta que me está atacando."
Le dije: ¿Perdón?
Lo repitió: "Haz de cuenta que me van a atacar."
Así que hice lo que dijo, vacilante levantando mis manos hacia su garganta. En un instante los perros se había ido de cero a la sed de sangre, ladrando y gruñendo, subir la cerca y tratando de morder a través de la reja. De repente, yo estaba haciendo una imitación de la estatua y me preguntaba a mi mismo si me había ensuciado. Michael se reía a carcajadas.
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