Banda Sonora: Michael Jackson - Dirty Diana
Capitulo 2.- ojos verdes en el remolque del faraón
Ambientación y lugar: 1991/1992, San Francisco -Los Angeles -Santa Barbara, California (era Dangerous)...
Oakland California (San Francisco)...
Transcurre una semana, estábamos listas para ir hasta el rancho neverland de Michael Jackson para conocer
Graciela: bueno, es hora de irnos, no se les olvide nada (me lo dice mientras abre la puerta del carro)
mi tía Graciela sube al volante, mi prima Cynthia se sienta adelante con ella, mientras mi madre y yo ibamos en el asiento trasero....
Lidia: me siento muy emocionada, no digo que vallamos a conocer al rey del pop en persona....ya es mucho conocer donde vive y con eso me conformo
Graciela: abrochense los cinturones por que si no, tránsito nos va a multar
Lidia: que estrictos son acá en USA, en Mexico ni nos abrochamos el cinturón mas que el que está conduciendo
Graciela: pues malamente, debería ser obligatorio.
Lidia: Okey tía pero no se enoje, enseguida me lo abrocho
Cynthia: es muy riesgoso no hacerlo
mamá: si hija, aquí no es como en México, hay que respetar las normas de seguridad vial
Lidia: Ok ya lo abroché, me siento rara😳
Graciela: rara de que? de ponerte el cinturón o de visitar la casa de Michael Jackson?
Lidia: las dos cosas😳
Los Angeles California ...
El aire dentro del remolque privado de Michael Jackson olía a laca y a la loción humectante que usaba para suavizar su piel. Michael estaba sentado frente al espejo, vestido con su indumentaria dorada egipcia, mientras su estilista de confianza, Karen Faye, le aplicaba los toques finales de maquillaje, preparándolo para reanudar el rodaje de las elaboradas escenas egipcias de Remember the Time, Michael Bush su diseñador buscaba una prenda perdida
Michael Bush: John no está de acuerdo que no uses la indumentaria completa, Michael ¿no recuerdas donde lo dejaste?
Michael Bush: Pero Michael...Ok, reuniré al personal a buscarlo, eso no puede perderse
Michael Bush sale del remolque, mientras que Michael Jackson se queda a solas con Karen...
MJ: es que no me gusta, no me queda bien eso en mi cabeza, me gusta así con mi pelo suelto
De repente, la cortina de la entrada fue corrida discretamente. Frank,
el asistente de producción, se inclinó con una expresión de cautelosa urgencia.
Frank: Michael, disculpa la interrupción. Sé que estás
en el proceso...
MJ: No, Frank. Sabes que nadie entra cuando estoy con
Karen (dijo sin alzar la voz, pero con una firmeza que no admitía debate)
Frank dudó, pero sintió que la insistencia de la mujer
de afuera valía el riesgo de la reprimenda.
Frank: Lo sé, pero esta señorita... Su nombre es Diana Weis. Dice que tiene información crítica sobre sus activos en Europa que no puede esperar. Y esto es lo que me dijo...
Frank bajó la voz a un susurro
Frank: Afirma que trabajó como consultora de alto nivel para Mick Jagger de The Rolling Stones y que salvó su fortuna.
La mención de Mick Jagger y la palabra "fortuna" resonaron en el remolque. Michael, paranoico con su dinero y el control de su imperio, se quedó completamente quieto. El nombre de Jagger validaba que no era una fanática. Michael tardó un momento, sopesando el riesgo y el beneficio.
MJ: ¿Consultora, dices? (preguntó mirando su reflejo en
el espejo)
Frank: Sí. Y trae documentos sellados.
Michael tomó una decisión rápida. La posibilidad de
asegurar sus millones superaba la necesidad de privacidad.
MJ: Dile que entre. Y que solo tenemos cinco minutos.
Frank asintió aliviado y se retiró. Karen Faye se
limitó a intercambiar una mirada de preocupación con Michael.
Michael, ignorando la tensión, se giró para enfrentar la cortina. No sabía que la mujer que estaba a punto de entrar era la misma que había saqueado la fortuna de Jagger, y que él era su próximo objetivo. Michael se había girado para enfrentar la cortina, su rostro ya no mostraba la calma del artista concentrado, sino la tensión del empresario preocupado por la inminente crisis fiscal que Diana Weis había prometido resolver. Karen Faye, su estilista, lo miraba con una mezcla de curiosidad y cautela.
La cortina de terciopelo se deslizó, y el aire en el remolque pareció cambiar. Diana Weis entró. No lo hizo con timidez, sino con la confianza absoluta de quien sabe que es indispensable. Michael, que estaba acostumbrado a la magnificencia, quedó boquiabierto.
Ella era la encarnación perfecta de su ideal: alta, delgada, con una melena rizada larga y salvaje, y unos ojos verdes penetrantes que examinaban la habitación con una inteligencia fría. Diana ignoró deliberadamente a Karen Faye. Se dirigió directamente a Michael, su su discreto vestido verde reflejaba autoridad y profesionalismo.
Diana: Señor Jackson, gracias por estos cinco minutos (dijo con una voz baja y modulada que exigía respeto). Soy Diana Weis.
Ella colocó una carpeta de cuero de alta calidad sobre
la mesa auxiliar, justo al lado del espejo. El gesto era una declaración: esto
era un negocio serio.
Diana: Vengo directamente al punto. He analizado la
estructura de sus royalties en Europa (su tono volviéndose más urgente).
Su equipo actual es competente, pero no es agresivo. Están a punto de
ser objeto de una auditoría que le costará millones en penalizaciones e
impuestos.
Michael parpadeó. Era la confirmación exacta de su temor
más profundo, una vulnerabilidad que él había intentado ocultar.
MJ: ¿Y por qué debería confiar en usted con este tipo de información? (preguntó
tratando de recuperar el control)
Diana sonrió, una mueca pequeña y conocedora que parecía compartir un
secreto corporativo oscuro.
Diana: El señor Jagger tuvo un problema idéntico. Su estructura financiera era arcaica, y estaba sangrando dinero en impuestos y problemas legales. Entré yo. Recuperé y aseguré una suma millonaria que él creía perdida. Mi reputación se basa en la discreción y en la capacidad de mover dinero de forma invisible.
Michael se sintió atrapado entre la fascinación
personal y la necesidad profesional. El riesgo era inmenso, pero la promesa era
demasiado atractiva.
MJ: ¿Cuál es el primer paso? (preguntó cerrando la
revista de guion y sellando su destino.)
Diana sonrió, esta vez con total triunfo.
Diana: Crear un canal legal, señor Jackson. Necesito acceso a su equipo financiero para proponer la creación de un fideicomiso internacional. Será el cimiento de su nueva protección. Y la llave para evitar el escándalo.
Michael asintió. Acababa de invitar
a una depredadora muy peligrosa a su reino.






.jpg)

.jpg)
.jpg)




















