Adaptación del artículo “El último acto de Elizabeth Taylor” de Sam Kashner, que aparecerá en la edición de junio de 2011 de Vanity Fair.
La extraña y última década de la vida de Elizabeth comenzó con uno de los eventos más cataclísmicos de la historia de America, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Michael Jackson estaba en New York, donde acababa de dar dos conciertos, el 7 y el 10 de septiembre en el Madison Square Garden, a los que había llevado a dos de sus mejores amigos e ídolos: Marlon Brando y Elizabeth. Su idea original idea era sentarlos en el escenario como dos grandes figuras de la Isla de Pascua flanqueando el espectáculo, pero en su lugar se sentaron entre el público.
Los tres se vieron atrapados en la ciudad tras la caída de las Torres Gemelas. Michael había recibido una llamada de unos amigos de Arabia Saudi avisándole de que America estaba siendo atacada. Corrío por el recibidor de su hotel buscando a alguien de su gente y a Brando, para partir inmediatamente.
Elizabeth estaba en otro hotel, el St. Regis, a pocas manzanas. Ahora se complica la historia. Segun una versión, estos tres iconos de la cultura pop americana planearon su escapada, preocupados por si eran el próximo objetivo. Michael y Brando tuvieron problemas para salir del garaje del hotel porque los fans seguian golpeando las ventanas del coche, corriendo tras ellos por la calle, gritando. Ante la imposibilidad de volar, salieron en coche de la ciuidad.
El actor Corey Feldman, del que Michael se hizo amigo cuando Feldman era un actor infantil, recuerda que él y Michael habían discutido la noche anterior en el show de Michael, en el camerino de Elizabeth en el Madison Square Garden. “Elizabeth todavía no había llegado y entonces ocurrió el 11-S. Pero recuerdo que [al día siguente] Michael quería sacar a Elizabeth! Primero buscó un jet privado. Quería permiso para volar, pero todo erea surrealista. Yo no fui con él.”
Un ex empleado de Michael Jackson dijo que Michael, como el General Washington, guió a su gente hacia un resguardo temporal en New Jersey, antes de que las superestrellas salieran a la carretera. “Llegaron hasta tan lejos como Ohio—los tres, ¡en un coche que conducían ellos mismos!” recuerda. Por lo visto Brando incordió a sus compañeros de viaje insistiendo en que parasen en casi cada KFC y Burger King que encontraban en la autopista. Uno sólo puede imaginar el shock de verles por las estaciones de servicio y areas de descanso por medio de America.
Pero uno de los amigos y asistente de Elizabeth, que ha pedido anonimato, insite en que Elizabeth no salió de New York con sus dos compañeros. “Elizabeth se quedó atrás, donde se fue a una iglesia a rezar y fue a un albergue donde había gente que no pudo llegar a su casa o que se quedaron allí buscando a desaparecidos. También fue a la zona cero, donde encontró a los primeros voluntarios. Finalmente los aeropuertos abrieron y volvió a casa”. Bien podría haber hecho alguna de esas cosas, peron ningun medio publicó noticias de que se viera a Elizabeth Taylor ayudando a los necesitados y heridos o presentándose en la zona cero. Fue durante y después de esa crisis cuando la relación de Elizabeth con Michael—al que ya adoraba—se hizo más profunda.
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