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viernes, 19 de agosto de 2011

otras historias sobre Michael

MICHAEL JACKSON, UN HEROE EN EL VUELO LOS ANGELES-BERLÍN

Don Barrett, editor de LARADIO.com

Cuando me despidieron de MGM/UA en 1994, abrí mi propia consultoría de marketing cinematográfico. Decidí concentrarme en películas de animación….

Un año, camino a Cannes, tuve que viajar de Los Ángeles a Berlin y luego hacer conexión a Cannes. En primera clase había cinco filas con dos asientos a cada lado del avión. Yo estaba sentado en el asiento del pasillo de la tercera fila de la izquierda. Delante de mi había un caballero. En los dos asientos delanteros había dos personas ya sentadas cuando me puse cómodo para mi vuelo de 12 horas.

El hombre delante de mi asiento pidió un coctel antes del despegue. Una vez en vuelo, fue el receptor de un constante flujo de bebidas.

Al cabo de una media hora de vuelo, el hombre sentado en el asiento delantero del pasillo, se levantó y se cambió al centro de la cabina. Su compañero de asiento se levantó y se puso tras él.

Otro hombre sentado en el lado derecho del pasillo se levantó también y se unió a los otros dos. Casi bloqueando el paso, se dirigieron al aseo. Las luces de la cabina estaban casi apagadas para aquellos que querían dormir durante el vuelo. Mientras caminaban hacia mí, estaba claro que el hombre del centro era Michael Jackson.

El vuelo avanzaba, pero el hombre delante de mí no dejaba de pedir mas bebida. Finalmente, el auxiliar de vuelo dejó de servirle. Yo sólo podía adivinar que se acercaba la tormenta perfecta. Frecuentemente se escuchaba su voz en la silenciosa cabina, demandando su derecho a ser servido tras haber pagado un billete de primera clase. El auxiliar seguía firme.

El hombre borracho no paraba de llamar y el auxiliar iba de mala gana solo para escuchar sus insultos por negarse a servirle. Después de una tercera llamada, el hombre esperó a que se acercara el auxiliar. Este repitió una vez más que no había más servicio. El borracho saltó como una gacela sobre el auxiliar y ambos cayeron al suelo. Lucharon. Se podía escuchar como otro auxiliar llamaba al piloto quien rápidamente fue a ver qué pasaba.

Sin fanfarrias, ni luces ni público, un preocupado Michael Jackson se levantó y separó a los dos hombres que luchaban. Tan pronto como se dieron cuenta de que el Rey del Pop estaba actuando como pacificador, tímidamente se detuvieron como escolares arrestados por el director o por su propia madre. El piloto, o co-piloto, llegó a la escena para ver que la paz se había restablecido sin derramamiento de sangre.

Michael pidió a su guardaespaldas que se sentara en el asiento del hombre ebrio e invitó a este a que se sentara con él. No pude escuchar una palabra, pero estuvieron hablando durante 20 minutos. Michael hizo señas a su guardaespaldas para que ayudara al hombre a volver a su asiento. En pocos minutos perdió el conocimiento y estuvo durmiendo

todo el vuelo. Michael y su guardaespaldas estuvieron casi en silencio el tiempo restante de vuelo.

Fue una rara visión de Michael Jackson. ¿Quién hubiera pensado que sería un pacificador a 30.000 pies de altura en lo que hubiera podido convertirse en una fea pelea?

Don Barrett.

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“¡TU INOCENCIA TE CREARÁ PROBLEMAS!”

Patrick Treacy, Amigo de Michael durante su estancia en Irlanda 2006

Durante su estancia en Irlanda, (2006-2007 aproximadamente), trató de conseguir que su amigo el doctor Treacy le acompañara a visitar a unos niños gravemente quemados al Hospital para niños de Crumlin. El doctor Treacy dice ahora que se arrepiente de no haber apoyado a Michael en ese momento y de no haberle permitido ver a los niños.



El doctor Treacy estaba preocupado con razón porque los medios podrían haber vuelto la visita de Michael contra él, como ya hicieron con todo lo demás, particularmente, tan pronto después del juicio de 2005. Michael sin embargo, estaba más preocupado por los niños que por la publicidad potencialmente negativa que podía atraer hacia él.


Los niños, Gavin y Millie Murray de 5 y 7 años, habían sido gravemente heridos por las llamas causadas por una bomba de gasolina lanzada en una pelea entre pandillas. Estaban sentados en el asiento trasero del coche de su madre en los jardines Pineview, en Moyross, Limerick, el 10 de septiembre de 2006.


El doctor Treacy recuerda:


Michael quería ir a visitarlos y lo discutimos largamente. Pensé que era una mala idea ya que los medios no sabían dónde se encontraba él . Se habría expuesto a su hostilidad y habría escrito totalmente lo contrario de


lo que era si lo hubieran visto entrar a un hospital pediátrico poco tiempo después del juicio.


Él quería que fuera con él y dijo que fuera a verles cómo se encontraban ya que yo trabajaba como doctor en el hospital. Continuamente me preguntaba, “¿Sufren dolor?” “¿Se les está dando morfina?” “¿Qué gravedad tienen las quemaduras?” “¿Irás a verlos por mí?” “¿Les quedarán cicatrices?” “¿Vivian en un entorno marginado?” “¿Por qué no podía ir a verles?”


MICHAEL: Por qué dices esas cosas Patrick, de que no puedo ir a verles? Tú no crees que yo podría jamás hacer daño a un niño.”


DR. TREACY: Michael, yo no creo que jamás hicieras daño a un niño!


MICHAEL: Entonces, ¿Por qué no me dejas ir al hospital?


DR. TREACY: Porque tu inocencia te creará problemas!


MICHAEL: ¿Qué inocencia?


DR. TREACY: Ya sabes, tu incapacidad para ver lo que los medios harían de esto es la razón por la que estás en problemas en primer lugar!


MICHAEL: ¿Crees que haría daño a un niño?


DR TREACY: No.


MICHAEL: Dices eso desde el fondo de tu corazón.


DR. TREACY: Michael, creo que eres como un moderno Jesucristo!


MICHAEL: ¿Si Jesús estuviera ahora aquí, le detendrías?


DR. TREACY: No.


MICHAEL: Nunca conociste a Jesús ni le has visto en persona y aun así le apoyarías. Dices que me conoces y a mí no me apoyas. Eso es ser hipócrita!


DR. TREACY: Michael, tienes razón!


Todavía sentía que no debía ir al Hospital y me mantuve firme en contra de ello y debo decir que me arrepiento de ello hasata el dia de hoy por no haber estado a su lado cuando más me necesitaba. Saben… los niños se han puesto en contacto conmigo y dijeron que uno de los momentos más grandes de sus vidas fue el hecho de que Michael Jackson pensara en ellos. Les mencioné hace un año en otra entrevista.


Adrienne O´Donohue, la madre de otra niña gravemente quemada, escribió:


“Hermoso ser. Muchas gracias por darle a Jodie la foto firmada. El hecho de que ambos sufrieran graves quemaduras en la cabeza y de que ella muriera el día de su cumpleaños, hace que nos sintamos conectados con él. Él era verdaderamente uno de los más grandes humanitarios que el mundo haya visto jamás.”

En relación con el doctor Patrick Treacy, he visto este vídeo de una entrevista reciente. Habla del verdadero Michael, del MJ humanitario, preocupado por aliviar el sufrimiento de los demás


Cita lo que ya conocemos sobre sus donaciones, recaudaciones de giras y de conciertos destinadas a distintas Fundaciones de ayuda a África y a la infancia.


Dice que a lo largo de su vida (casi medio siglo) sólo ha habido cinco personas que él pudiera contar con los dedos de la mano que hayan alcanzado ese nivel: John Lennon, Mother Theresa, Nelson Mandela, Bono y Michael Jackson. Pero dice, que la diferencia con MJ era que como emisario global no sólo hacía lo mismo que hacía el resto, sino que iba y se involucraba él mismo en todo (la pobreza, el racismo...).

Cuenta que en su primer encuentro con Michael en la clínica, y tras MJ leerle una nota de una revista, escrita por el Dr. Patrick Treacy sobre África (había estado en Sudáfrica cuando liberaron a Mandela), Michael le dijo que había llorado al leerla y que tendrían que hacer algo juntos por África...

El reportero le pregunta que por qué los medios sólo mencionan cosas negativas sobre Michael... El doctor dice que los medios se crearon un MJ distinto, que no existía... Habla sobre el juicio y Afrodita Jones, y que todo fue un montaje.

Sobre CM, Aeg, etc... su conclusión es que Michael no era un irresponsable como lo quieren pintar.

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MICHAEL Y SUS VISITAS
Este es el relato de una persona que trabajaba en el Capital Children's Museum de Washington cuando Michael lo visitó por primera vez en el año 1990. El relato lo escribió el autor, cgrotke, el día 21 de noviembre de 2003, justo cuando acababan de salir las acusaciones

Tengo una confesión que hacer. He estado con Michael Jackson. En dos ocasiones.

Hace años, yo trabajaba en el Capital Children’s Museum de Washington, me encargaba del programa Media Arts. Muchas celebridades se pasaban por museos para niños. Conocí al Sr. Carlton del show Bob Newhart. A Cher. Raisa Gorbechev. Jane Curtain. Jeb y George Bush y a todos sus hijos. Harry Belafonte. Y muchos otros.

Michael Jackson vino por primera vez en una visita oficial como parte de un contrato con una compañía para promocionar unas nuevas zapatillas entre los niños de la ciudad. Fue una locura, como ninguna visita de otra celebridad. Incluso hicimos una reunión previamente, donde nuestra directora preguntó si el Sr. Jackson era una buena persona para venir al museo. “¿Qué tipo de música hace?”. No había oido hablar de él.

Me encontraba enseñando animación en aquel momento. Los cámaras de la MTV irrumpieron en la habitación en la que estábamos cuando Michael se acercaba a nuestra parte del edificio. Se subieron a las mesas, encima de los trabajos de los niños, y apuntaban con sus cámaras. Los eché de allí gritándoles por estar encima de los trabajos.

Tenía la impression de que él vendría, echaría un vistazo rápido y seguiría con la visita. Primero vino my amigo y compañero Pete, avisándonos de que llegaría pronto. Después llegó un montón de gente, guías, fotógrafos, etc. Casi daba miedo. A su lado había grandes guardaespaldas, así como también su manager y otras personas.

El laboratorio de animación era una de las pocas habitaciones del edificio con una puerta que pudiera cerrarse con llave. Michael y la persona que lo guiaba se colaron, cerraron la puerta, y todos mirábamos a la multitud que había al otro lado a través del gran cristal. Era como ser un animal del zoo.

Al ver que tenían un momento tranquilo para ellos, Michael se relajó. Empezamos a hablar sobre animación. Él miraba nuestros libros y videos y no paraba de decir “Este lo tengo” y “¿Tenéis una copia de...?”. Nos habló de su sala de proyección y le mostré el 'stand' de animación y cómo funcionaba. Hablamos de Bugs Bunny, Tex Avery, Chuck Jones, y otras leyendas de la animación.

Hablaba muy bajito y suave en un tono que me hizo pensar que era para proteger sus cuerdas vocales. Era delgado, llevaba vaqueros, y era muy amable.

Gran parte de aquella visita fue un jaleo. Yo intentaba comportarme tal cual soy y tratarle como trataría a cualquiera. Aún así, era como conocer a una gran marca internacional, como Coca Cola o McDonalds, y eso te hace ser un poco empalagoso.

Firmó la pared para nosotros y tras unos pocos minutos, se fue a otras partes del museo. Antes de irse dió a todos los allí presentes, incluido yo, un par de zapatillas de parte de la compañía.

Algunos de los niños del museo preguntaron si era realmente él o se trataba de algún impostor. Mi impresión es que era como un niño en su propio mundo. Se comportó más como los niños que iban al museo que como los adultos. Callado, tímido, animándose cuando algo era interesante.

Aquella noche vimos nuestro museo en Entertainment Tonight.

Rápidamente pasó un año o así. Nuestra directora de relaciones públicas recibe una llamada diciendo que Michael está en la zona y quiere pasarse de nuevo. No de forma oficial. Después de cerrar y sin prensa. Nos llama a todos para preguntar si nos quedaremos hasta tarde. “¿Nuestro viejo amigo Michael? ¡Por supuesto!” dijimos.

El equipo de Jackson son muy cuidadosos con las fotos. Nos dijeron que no podíamos tener cámaras (Aún así Pete intentó traer alguna, pero no funcionó debido a los ángulos en los que estaba), y que no podíamos llamar a las cadenas de TV (nuestra directora de relaciones públicas lo hizo, tan pronto como su limusina estaba a salvo dentro de nuestra propiedad).

La limusina llegó y salieron Michael y un joven adolescente al cual nos presentó como su primo de New York. La limusina estaba llena de juguetes, y Michael nos dice que acababan de ir de compras a una gran juguetería. Hicieron la visita. Michael lleva una mascara en la cara en esta occasion, que lleva, dice él, para que los fotógrafos no saquen fotos sin autorización. Nos quedamos algo desconfiados, por supuesto, pensando que ahí debajo puede haber alguna marca de cirugía plástica, pero quién sabe.

Esta vez, en el laboratorio de animación, me dice que esa es su parte preferida del museo. Su primo era callado y reservado, pasando casi a un segundo plano. Yo intentaba prestar atención a ambos. Decidimos probar un poco de animación y buscamos un libro con grandes fotos para usar como fondo. ¡El libro de Star Wars!

Abrimos el libro y empezamos a ojearlo. “¿Qué te parecen estas grandes máquinas que andan por el planeta nevado?” pregunto yo. En ese momento, Michael se convirtió en un niño de 12 años delante de mis ojos. “Esas son las aeronaves x-13 de Endor. Están hechas a semejanza de los elefantes. George Lucas me ha hablado mucho de ellas…” y continuó con una descripción muy detallada e infantil de curiosidades sobre Star Wars.

Yo tenía otro idea sin embargo. Sentía curiosidad por el efecto especial 'morphing' que se usó en su nuevo video, Black or White. Le dije que me gustaba mucho el efecto y le pregunté si vió cómo lo hacían. “Sí, vi parte de eso. ¿Te gustó la parte donde desaparece la coleta? Es mi parte favorita...” dice Michael.

Después de un rato tuvo que irse. Volvieron a la limusina, esta vez con fotógrafos a las puertas del museo compitiendo por una buena foto, y se marcharon.

La primera visita de la que se habla en el relato la hizo el 4 de abril de 1990.




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