Robert Farmer, de 70 años tiene buenos recuerdos del Rey del Pop, incluyendo el día de primavera de 1988 en que Jackson le regaló el sombrero que llevó, tras un concierto en el Civic Center.
Ese sombrero fedora, talla mediana, con las letras MICHAEL JACKSON en la banda interior, lleva dos décadas en una funda de plástico en el rancho en que creció Farmer. También tiene muchas fotos que se hizo con Jackson en el Aeropuerto de La Guardia de New York.
Farmer, bombero retirado de Hartford y ex cocinero en el Hartford Hospital, fue chófer de Jackson durante la semana que duró su estancia en la ciudad. "Fue una gran experiencia para mi el simple hecho de estar con él" cuenta Farmer en su cocina mientras escuchan sus nietos. Aunque Farmer no era fan de Jackson en aquella época, alucinó cuando, trabajando en Cotter Limousine Service en Bloomfield, recibió una llamada urgente. La gente de Jackson necesitaban que lo recogieran en el Bradley Airport.
Farmer cogió él mismo el recado. Hablando con la gente del equipo llegó a la conclusión de que iba a ser el conductor personal para ellos y Jackson cuando llegara el cantante. Bill Bray, un policía retirado de Los Angeles que llevaba al equipo logístico, lo confirmó. Farmer estaría en breve subiendo a la suite del viejo Hilton Hotel en Asylum Street donde le esperaría el Rey del Pop. "Lo que me impactó fue su buena actitud. Era muy amable. Una persona normal. Super bueno. Me quedé sorprendido. Suponía que siendo tan famoso, no era posible que fuese tan amable."
Jackson estuvo en su suite durante la mayor parte de su estancia y no quería ser molestado el día del concierto. Había un cocinero como parte de su gente. También una mujer y su hijo pequeño, que estaban en otra habitación y eran aparentemente invitados de Jackson. Farmer llevó al equipo a un centro comercial y a un Kentucky Fried Chicken de Albany Avenue en North Hartford. En el KFC, uno de los miembros sorprendió a las chicas que trabajaban tras la barra regalándoles cuatro entradas para el concierto. Se pusieron a chillar.
Farmer también llevó a Jackson y a un tipo de seguridad a hacer un pequeño recorrido por la ciudad. MJ llevaba gafas oscuras y gorra. "No hablaba mucho, pero algo hablamos. Me llamaba 'señor'. '¿Cómo está, señor? ¿Va todo bien, señor?' Muy, muy simpático."
Cuando llevamos a Jackson al Civic Center con su gente de seguridad, Farmer dijo que le dejaron estar en el backstage. Los trabajadores del equipo habían puesto a sus familiares en la primera fila y aceptaron la petición de Farmer de que su sobrina Tiana Armstrong, que ahora tiene 30 años, fuese seleccionada como una de las niñas que subieron a bailar en el escenario con Jackson.
Farmer habló luego con uno de los ayudantes de Jackson sobre lo impresionado que quedó de la amabilidad de Jackson y que se había hecho fan. El ayudante pidió a Farmer que se lo dijera directamente a Jackson. "Así que, le dije, escucha, no tenía ni idea de que fueras tan buen tipo. Le dije, no era fan tuyo antes, pero que soy fan ahora.
Y me dio las gracias, riendo, sonriendo y me dijo 'Me alegro de lo que seas'" Sintiendose rebosante, Farmer le pidió un favor. "Le dije 'Me gustaría tener un recuerdo tuyo' Y me dijo, 'OK, ¿qué quieres?' Le dije, '¿Podría ser ese sombrero que llevas?' Y me lo dió."
Cuando llevó a Jackson y a su gente de vuelta a LaGuardia, Farmer todavía tuvo otra petición, ¿Podría tener una foto de ambos, ya que nadie iba a creer que fue chofer de Michael? Concedido. Su propina fue de 1000 dólares. Nada mal por una semana de trabajo, y los recuerdos y regalos que durarán toda la vida.
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