Esta es la 4ta. carta que escribo para tí, he llevado varios días pensando que poder decirte que no te haya dicho ya, solo quiero decirte que a pesar de que ya han transcurrido 4 años desde que cerraste tus ojos violeta para siempre, sigo sufriendo tu partida.
Pero..¿Qué puede doler más? ¿Saber que jamás podremos volver a verle junto a Michael? ¿El hecho de
que nosotros los fans estemos aquí y ustedes no? ¿Cómo pedirle al alma que no llore por la ausencia de dos de mis mas grandes idolos?
Aun hay dolor en mi alma pero estoy en paz y lo he aceptado con resignación, sabiendo que se ha marchado a un lugar
mejor, en donde se encuentra la paz y la armonía que todos buscamos...
finalmente pude cumplir mi sueño de estar cercas de Michael y de tí, ¿sabes una cosa Liz?, me senti inmensamente feliz, hice que ese viaje fuera muy especial y solo quería seguir las huellas que ustedes dejaron en vida...
Efectivamente Liz, este blog es un pequeño espacio que contruí con mucho cariño para Michael y para tí donde puedo desahogarme sin ninguna restrinción, no me importan las burlas ni lo que opinen otras personas, los ignoro por completo porque ellos no saben porque hago esto, todo tiene una razón y desde donde te encuentres yo se ya lo sabes...
Ahora
no hay palabras ni consuelos que alcancen a darle luz a la oscuridad
que envuelven a mis dos idolos...¿porque hay que pensar que todo va a
pasar? ¿qué la política de esta vida es dejar atrás a las personas que
más amamos y que tambien a traves de sus acciones y su legado nos amaron
tanto?...
Los comentarios que he leido en otras partes donde son tan superfluos, tan monótonos y faltos de sentido e incluso otros ni siquiera se acuerdan ni te nombran, eso es algo que en verdad me enoja y me duele mucho...¿no pueden comprender que el dolor de la muerte de una persona magnifica y admirable como tu no es un hecho fácil de asimilar?
Tengo muy en claro que la muerte no es algo que se supere, sino que es algo que tiene que aceptarse. Quizá no encontremos la salida en mucho tiempo, quizá nunca superemos las ausencias en muchos años...Pero hay algo que ni siquiera la muerte puede romper: el amor y la profunda admiración,
y aunque ya no podamos verte ni escucharte,
siempre podremos cerrar nuestros ojos para recordarte, para decirle
desde nuestro corazón que le echamos de menos y que le amamos con todo el alma.
Y desde ahí, es donde nacen los verdaderos consuelos: desde la eternidad
de un sentimiento y no desde lo efímero de una vida mortal, porque tú y Michael no son un ser de años, son un ser
de eternidades.
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