Una noche un bebé pez estaba durmiendo debajo de unos corales cuando Dios se le apareció en un sueño. -"Quiero que les des un mensajes a todos los peces del mar" dijo Dios. A la mañana siguiente el pequeño pez se despertó y recordó su sueño. "Qué cosa más extraña quiere Dios que haga" pensó para sí mismo. Pero tan pronto como vio a un gran atún nadando cerca de él, el pequeño pez le hizo señales. "Perdone, pero tengo sed." El pequeño pez realmente se sintió bastante tonto, pero tenía sus órdenes. El siguiente pez que vio fue un tiburón sonriente. Salvando una distancia de seguridad, el pequeño pez dijo, "Perdone, señor, pero tengo sed."
"¡Perdone, pero tengo sed!" gritó el pequeño pez, preguntándose si aunque fuera la vieja ballena podría verlo, él era como una pequeña mota. Pero la sabia ballena hizo un alto en su camino. -"Has visto a Dios, ¿no?" dijo. El pequeño pez parecía muy sorprendido. "Por favor, dígame qué significa este mensaje de Dios," le imploró. -"Significa que lo estamos buscando en los sitios equivocados" explicó la vieja ballena. "Buscamos a Dios arriba y abajo, pero de alguna manera Él no está ahí. Así que le culpamos y nos decimos a nosotros mismos que debe de haberse olvidado de nosotros. O incluso decidimos que se ha ido hace mucho tiempo, si es que alguna vez estuvo alrededor." -"Qué extraño," dijo el pequeño pez, "echar de menos lo que está en todas partes." -"Muy extraño," asintió la vieja ballena. "¿No te recuerda a peces que dicen que tienen sed?" Autor: Michael Jackson Libro: Dancing the dream |
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