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lunes, 4 de octubre de 2010

Katharine Hepburn y la cena con Michael

Katharine Hepburn (1907-2003)

En la biografía autorizada que A. Scott Berg escribió sobre Katharine Hepburn, hay un capítulo tronchante sobre una cena de estos dos astros en casa de la actriz. Hoy, con tanto debate sobre la vida y la obra de este genio del pop, he recordado este pasaje y he pensado que os gustaría conocerlo.

El libro se titula "Recordando a Kate" y es de esas obras que estás deseando releer, y nunca encuentras el momento perfecto para dedicarte a ello. Scott fue amigo de la actriz durante 20 años, y este libro es fruto de muchas conversaciones y reflexiones de la actriz. No es la típica biografía que explica la vida de alguien de modo secuencial, sino más bien un relato de sus gustos, sus reflexiones y de su manera de ser.


mientras Miss Hepburn rodaba "En el estanque dorado", Michael Jackson se acercó al bosque con el ánimo de conocer a uno de sus mitos. Katharine sintió ternura por él porque vio a una persona que vivía en una burbuja, y fuera de la realidad.

En julio de 1984 Katharine Hepburn invitó a cenar a su casa de New Hampshire a su nuevo amigo, ante el estupor de su criada y amiga, pues era el momento de mayor esplendor del cantante. Cuando Kate la reprendió por su estado de nervios, la ayudante de la actriz protestó:

- ¡Es que es la mayor estre...., quiero decir la segunda mayor estrella del mundo!

Katharine Hepburn tenía las ideas muy claras sobre como debía comportarse un invitado en su casa, y no salió de su asombro cuando vio que Michael no se había hecho la cama. Lo riñó, y él con dulzura le dijo que nunca había hecho una cama. Ella sin inmutarse, se lo llevó y le explico el difícil arte de hacer una cama cuando te levantas por la mañana. ¿Os imagináis la escena?

Sabiendo que Michael Jackson era vegetariano, la cena de aquella noche se compuso, además de una cazuela con macarrones con queso, de una bandeja de verduras artísticamente dispuesta. Michael Jackson preguntó que qué era aquel brécol blanco. Un vegetariano que no sabía lo que era una coliflor. Katharine pidió que le rellenaran su vaso de whiskie.

La conversación de aquella noche languidecía porque, la realidad era que no tenían mucho en común, Michael permaneció callado y sólo parecía tener vida cuando contestaba a lo que le preguntaban directamente, siempre con mucha dulzura. Permanecía con las gafas de sol puestas a pesar de estar en el interior de una casa y de noche. Aquello fue demasiado para una mujer de armas tomar como era Kate.

"- ¿Hay demasiada luz?

Él dijo que no.

- Bueno. Entonces, Michael, debes quitarte las gafas de sol para que pueda verte los ojos. Si no, no sabré donde estás mirando.

Él obedeció de mala gana.

- Creo que llevas demasiado las gafas de sol- prosiguió ella- no debe ser bueno para tus ojos, y teniendo en cuenta tu forma de vestir, es difícil que vayas a algún sitio y no te reconozcan. Así que déjanos ver tus ojos, son la ventana de tu alma."

Es una biografía con la que se tiene la sensación de haberse colado en casa de Katharine Hepburn. Una delicia.

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