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domingo, 3 de febrero de 2013

Mike Dean Ellis: Trabajé para Michael Jackson


Fue en 1994 y había estado trabajando unos meses en los famosos Oceanway Recording Studios en Sunset Blvd en Hollywood como ayudante. De las paredes colgaban discos de oro y platino de artistas que todos conocemos y adoramos. En el lugar más prominente del edificio, justo enfrente había un platino de Thriller, de Michael Jackson. Lo miraba a menudo mientras trabajaba en la centralita justo debajo de él.
Un día mi encargado me pidió que comenzara a ir a Record One, otro estudio del mismo dueño situado en Sherman Oaks cada lunes noche para relevar a otro ayudante y darle el día libre. Fui allí y descubrí que MJJ Productions tenía alquilados los estudios A y B indefinidamente. Dios sabe el tiempo que debían llevar allí antes de que yo llegara y me dijeron que era un disco con "presupuesto ilimitado". Parte de mis obligaciones era ir por allí preguntando si alguien quería algo para comer, encargarlo y luego ir a recogerlo a varios restaurantes de la zona. Acabé gastando varios cientos de dólares cada vez en caras langostas, sushi, y filetes. Luego limpiaba cuando se iba todo el mundo, pasaba la aspiradora, fregaba los platos, etc...

Había productores e ingenieros, pero nunca vi talento estando allí. Finalmente un lunes por la noche me dijeron que venía MJJ. Los empleados y chicos de su grupo siempre se referían a él como “MJJ” en lugar de Michael. Un rato más tarde llegó. Cuando entró parecía que ya conocía al resto de empleados pero le ví atravesándome con la mirada al darse cuenta que yo era nuevo. Alguien nos presentó, “Este es Michael..”, mientras se acercaba a darme la mano dijo suavemente “Mi nombre es Michael también...” con una sonrisa preciosa y un firme apretón de manos. Lo que más recuerdo es cómo olía como a polvos de talco. Increíble. Es lo único raro que ví en él.

En las semanas siguientes venía a trabajar en sobre voces para canciones que acabarían saliendo en su album HIStory. Mi rutina era prepararle unos caramelos Ricolla Cherry Cough Drops, agua Evian y nuestro mejor Neimann U-67 Tube Microphone con un filtro de media delante. Nunca me dejaron entrar a la sala de control donde grababa pero estuve presente en varias audiciones altísimas y mezclas de coros.

Mis impresiones sobre él fueron que era un hombre normal, tranquilo, amable y muy humilde. Claro que había leído las historias que circularon sobre él en los años anteriores como todo el mundo. Ante mi no era la persona que todos habíamos leído en los tabloides. Un día vino una señora muy guapa, Lisa Marie Presley. Sólo coincidimos allí una vez pero ambos estaban muy unidos y enamorados. Incluso mostrando afecto con besos o cogidos de la mano.

Era un tipo normal que tenía un talento extremo a la hora de crear música en la sala de control. Mis impresiones sobre la música era la perfección, mezclada limpiamente y grabada en el mejor escenario posible. Me impresionó mucho ver 3 máquinas Sony 48 Track Digital Half Inch sincronizadas y dirigiendo los mandos automáticos de la consola SSL más grande del mundo en aquella época. Ver como bastantes más de cien pistas distintas se mezclaban juntas en dos canales era algo increíble de ver y escuchar. Realmente me mostró que podías llegar a un nivel superior en un estudio. Trabajé con muchas bandas de las mejores en Oceanway, pero nadie hacía lo que él.

Michael y su grupo eran invitados excelentes y muy amables a los que tener en las instalaciones. Todo era muy tranquilo, cada uno tenía una tarea. Diría que el Mantra de aquellas sesiones era 'haremos lo que haga falta, técnica y creativamente para llevar las cosas a dónde queremos'. Ni el tiempo ni el dinero eran consideraciones en estas grabaciones. El resultado final: Una grabación perfecta sin mancha. Ninguna. Perfección.

MJJ, buen viaje y descansa en paz. Se que eres el más grande.