India. 30 de Octubre de 1996. HIStory World Tour, Michael fue recibido por Sonali Bendre y varios políticos en el aeropuerto de Bombay el 30 de octubre de 1996.
Según el mayordomo principal, Sandeep Walia, quien le atendió durante su estancia en el hotel, a Michael le gustaban las bebidas de naranja, en especial la Fanta y el Gatorade eran sus favoritas. Michael bebía bastante Coca Cola Light también, preferiblemente a temperatura ambiente. También sentía debilidad por el chocolate, así que el hotel se aseguró de que hubiera chocolates de todas las formas, tamaños y sabores en cada rincón de su habitación.
Cine Blitz escribió: "Supongo que lo que Michael tenía para el desayuno (en Bombay)? En su primera mañana aquí, se comió una Masala Dosa (sur de la india) y el día después de eso, había picante (norte de la India), parathas en aluminio con mantequilla. Sus otras comidas compuestas principalmente por naans con mantequilla, pollo con mantequilla, pollo tandoori y curry picante de verduras.
"Su chef personal es de origen indio y que coordina sus comidas con los otros cocineros en el hotel. Michael Jackson sin duda tiene una predilección por la comida india, pero espera a escuchar esto. De acuerdo con el personal del hotel, le llevó suficiente comida como para un ejército a partir de que Michael los probó, en la mañana ya estaba volando fuera de la India. "A Michael le gustaba el ambiente festivo a su alrededor. La suite Kohinoor del Oberoi se decoró con globos, flores, confeti y cuencos con dulces y chocolates. No se utilizaba el aire acondicionado mientras Michael estaba en la habitación. También le gustaba disfrutar de su propio espacio y los guardaespaldas tenían orden de no acercarse demasiado a él para dejarle libertad.
Todo el mundo conoce su amor por los niños y mucha gente en el país hubiera deseado ser un niño porque Michael parecía solo tener tiempo para ellos mientras estuvo en la India. A petición suya, invitó a niños de los orfanatos a un te organizado en la piscina del hotel. Jugaron con él y les ofreció regalos y chocolates. Hubo una fiesta en su habitación también, el mismo día del concierto. Alrededor de 50 niños fueron invitados y ordenó pasteles y hamburguesas para ellos. Los sentó en su regazo y jugó con ellos. Pidió unos saris para cubrir con ellos los sofás de la habitación durante la sesión fotográfica con los niños para darle a las fotos un ambiente étnico.
Recogía los periódicos que dejaban junto a la puerta él mismo, normalmente a última hora de la mañana. Michael se levantaba tarde. Nunca desayunaba antes de las 12 del mediodía ni cenaba antes de la 1 de la madrugada. Cuando volvió del concierto saludó a los fans al modo hindú –namasté- y les lanzó besos antes de entrar en el ascensor. Según el personal, volvió incluso con más energía después del concierto, las dos horas y cuarto no parecían haberle fatigado. Debido a su apretada agenda no fue posible cumplir su deseo de visitar a la Madre Teresa de Calcuta. Algunos recuerdos del reportero gráfico Mahesh Bhat que cubrió la visita a la India de Michael:
“El día de su llegada, de repente, vi salir del avión una cara familiar, el fotógrafo John Isaac, que viajaba con Michael para documentar la vida y trabajo de Michael. John trabajaba bastante para UNICEF y un amigo le presentó a Michael. Estaban planeando un libro de poemas de Michael y fotografías de John que no se materializó finalmente.
Durante todo el día, todo Bollywood pasó por el hotel para “conocer” a Michael Jackson pero a nadie se le permitió el acceso sin embargo. Entre tanta seguridad, un sujeto se las arregló para colarse con un arma en sus hombros! No se sabe cómo lo consiguió. La policía lo echó fuera y averiguaron que venía de Bombay en busca de trabajo y acabó en el hotel porque alguien le dijo que allí podría encontrarlo. El servicio de seguridad -con varios exmarines entre ellos- de MJ se volvió paranoico después de este incidente. El ambiente estaba muy caldeado. Les preguntamos más tarde por qué estaban tan preocupados. ‘Bueno, él es quien nos da de comer… no podemos dejar que le suceda nada’, dijo uno de ellos. Le protegían a él para salvaguardarse a sí mismos.
Había un plan para llevar a Michael a la Isla de Madh, quería visitar el Centro Nirmal Hriday, hospicio para enfermos y moribundos. Pero algún bromista envió por fax una amenaza de muerte. Seguridad prohibió la visita. Michael estaba inconsolable. Empezó a llorar sin parar en su habitación. Algunos de sus amigos tardaron casi una hora en consolarle. Entonces me di cuenta de que vivía atrapado en una urna de platino y diamante. La amenaza de muerte no detuvo al personal de su equipo para visitar la ciudad, creo que hasta alguno de sus guardaespaldas se tomó la tarde libre, pero el jefe no pudo salir de su habitación.
En el escenario, dos enormes aparatos de aire acondicionado mantenían una temperatura de 16 grados centígrados. Había una habitación para hacer meditación, por si decidía meditar durante el descanso.” Después de su marcha, cuando estaban preparando la habitación para el siguiente huésped, se encontró un regalo que Jackson había dejado: El gran artista había escrito traviesamente en la almohada sobre la que había dormido:
Recogía los periódicos que dejaban junto a la puerta él mismo, normalmente a última hora de la mañana. Michael se levantaba tarde. Nunca desayunaba antes de las 12 del mediodía ni cenaba antes de la 1 de la madrugada. Cuando volvió del concierto saludó a los fans al modo hindú –namasté- y les lanzó besos antes de entrar en el ascensor. Según el personal, volvió incluso con más energía después del concierto, las dos horas y cuarto no parecían haberle fatigado. Debido a su apretada agenda no fue posible cumplir su deseo de visitar a la Madre Teresa de Calcuta. Algunos recuerdos del reportero gráfico Mahesh Bhat que cubrió la visita a la India de Michael:
“El día de su llegada, de repente, vi salir del avión una cara familiar, el fotógrafo John Isaac, que viajaba con Michael para documentar la vida y trabajo de Michael. John trabajaba bastante para UNICEF y un amigo le presentó a Michael. Estaban planeando un libro de poemas de Michael y fotografías de John que no se materializó finalmente.
Durante todo el día, todo Bollywood pasó por el hotel para “conocer” a Michael Jackson pero a nadie se le permitió el acceso sin embargo. Entre tanta seguridad, un sujeto se las arregló para colarse con un arma en sus hombros! No se sabe cómo lo consiguió. La policía lo echó fuera y averiguaron que venía de Bombay en busca de trabajo y acabó en el hotel porque alguien le dijo que allí podría encontrarlo. El servicio de seguridad -con varios exmarines entre ellos- de MJ se volvió paranoico después de este incidente. El ambiente estaba muy caldeado. Les preguntamos más tarde por qué estaban tan preocupados. ‘Bueno, él es quien nos da de comer… no podemos dejar que le suceda nada’, dijo uno de ellos. Le protegían a él para salvaguardarse a sí mismos.
Había un plan para llevar a Michael a la Isla de Madh, quería visitar el Centro Nirmal Hriday, hospicio para enfermos y moribundos. Pero algún bromista envió por fax una amenaza de muerte. Seguridad prohibió la visita. Michael estaba inconsolable. Empezó a llorar sin parar en su habitación. Algunos de sus amigos tardaron casi una hora en consolarle. Entonces me di cuenta de que vivía atrapado en una urna de platino y diamante. La amenaza de muerte no detuvo al personal de su equipo para visitar la ciudad, creo que hasta alguno de sus guardaespaldas se tomó la tarde libre, pero el jefe no pudo salir de su habitación.
En el escenario, dos enormes aparatos de aire acondicionado mantenían una temperatura de 16 grados centígrados. Había una habitación para hacer meditación, por si decidía meditar durante el descanso.” Después de su marcha, cuando estaban preparando la habitación para el siguiente huésped, se encontró un regalo que Jackson había dejado: El gran artista había escrito traviesamente en la almohada sobre la que había dormido:
“India, toda mi vida he deseado ver tu cara. Te he conocido a ti y a tu gente y me he enamorado de ti. Ahora mi corazón está lleno de pena y desesperanza porque tengo que marcharme, pero prometo que volveré de nuevo a amarte y cuidarte. Tu amabilidad me ha sobrecogido, tu espiritualidad me ha emocionado y tus niños me han llegado verdaderamente al corazón. Ellos son el rostro de Dios. Te amo y adoro sinceramente, India. Continúa amando, curando y educando a los niños por siempre, el futuro brilla en ellos. Eres mi amor especial, India. Que Dios te bendiga por siempre.”
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