El Ferrari Testarossa convertible de 1986 conducido por Michael Jackson en el famoso anuncio de Pepsi "The Chase" está a la venta en eBay. La puja actual está en 80.000 dólares pero todavía no ha alcanzado el precio de reserva.
El coche lleva guardado en un garaje desde 1986 y sólo tiene 28.100 km. Costó 40.000 hacerlo convertible para usarlo en el anuncio. Durante dicho comercial, la estrella salta dentro del coche y sale corriendo con él.
El dueño actual es un coleccionista de coches de Hollywood que dice que actualmente le hizo algunos arreglos incluyendo nuevos neumáticos y frenos por valor de 17.000 dólares.
El coche lleva guardado en un garaje desde 1986 y sólo tiene 28.100 km. Costó 40.000 hacerlo convertible para usarlo en el anuncio. Durante dicho comercial, la estrella salta dentro del coche y sale corriendo con él.
El dueño actual es un coleccionista de coches de Hollywood que dice que actualmente le hizo algunos arreglos incluyendo nuevos neumáticos y frenos por valor de 17.000 dólares.
Sobre el ferrari Testarossa 1986
El Ferrari Testarossa es un automóvil deportivo producido por el fabricante italiano Ferrari entre los años 1984 y 1992.
El Ferrari Testarossa es un automóvil deportivo producido por el fabricante italiano Ferrari entre los años 1984 y 1992.
El Testarossa tiene un motor bóxer central trasero de 12 cilindros. Sustituyó en la gama al Ferrari BB 512, también de motor bóxer central. En vez de carburadores (como el BB 512), tiene la inyección BOSCH K-Jetronic por cada línea de 6 cilindros, con presión de gasolina a 6 kg/cm².
En aquella época quería ser la versión del F1 para carretera, considerando que su velocidad de casi 300 km/h es excepcional para su década. No precisaba de aleron-spoiler, ya que el cristal delantero (parabrisas) era tan atrasado e inclinado, que hacía de alerón central. El fondo del coche era de chapa plano, para producir un efecto suelo que colabora con la estabilidad del coche a velocidades superiores a los 200 km/h. Quizás su escasa altura con respecto al suelo le ha quitado facilidad de maniobra en entradas de garajes, carreteras secundarias, baches, gasolineras, etc, y los clientes se han volcado a los nuevos modelos más cortos y altos.
En aquella época quería ser la versión del F1 para carretera, considerando que su velocidad de casi 300 km/h es excepcional para su década. No precisaba de aleron-spoiler, ya que el cristal delantero (parabrisas) era tan atrasado e inclinado, que hacía de alerón central. El fondo del coche era de chapa plano, para producir un efecto suelo que colabora con la estabilidad del coche a velocidades superiores a los 200 km/h. Quizás su escasa altura con respecto al suelo le ha quitado facilidad de maniobra en entradas de garajes, carreteras secundarias, baches, gasolineras, etc, y los clientes se han volcado a los nuevos modelos más cortos y altos.
Este coche se convirtió en un sinónimo de los años 80 y en la actualidad desempeña una parte de la cultura retro de los 80. Esta popularidad hace de este modelo unos de los buques insignia de Ferrari, a pesar de su desaparición a mediados de los 90.
Su popularidad hace que al día de hoy sea un modelo muy venerado por los fanáticos de la marca italiana, haciéndolo comparable con los modelos Lamborghini Diablo y Porsche 911, modelos insignias de las casas Lamborghini y Porsche respectivamente.
Su popularidad hace que al día de hoy sea un modelo muy venerado por los fanáticos de la marca italiana, haciéndolo comparable con los modelos Lamborghini Diablo y Porsche 911, modelos insignias de las casas Lamborghini y Porsche respectivamente.