La madre de Michael Jackson, Katherine, ha solicitado oficialmente que se repita el juicio contra la promotora de conciertos AEG Live a la que acusa de ser responsable civil de la muerte del “rey del pop”.
Katherine Jackson cree que el primer juicio no fue justo y en la documentación presentada por sus abogados se aferra a la existencia de nuevas evidencias que demuestran su teoría y se queja de que hubo mala conducta por parte del jurado y errores de procedimiento.
Se fijó una audiencia el 31 de enero de 2014 para la apelación de Katherine sobre la desestimación de cargos a Phillips y Gongaware. No se presentó, al momento, ninguna otra apelación.
Si Katherine Jackson ha sido la mayor perdedora del juicio contra AEG Live, su equipo de abogados están muy cerca del segundo puesto. Brian Panish y Kevin Boyle esperaban a embolsarse el 33% de los 1.600 millones de dólares que pedían para la familia del Rey del Pop. Un total de 484 millones.
“Panish y Boyle aceptaron el caso en contingencia, lo que significa que no cobrarían a su clienta pero se habrían llevado un tercio de lo que el juez pidiera como compensación para la madre” dice una fuente a RadarOnline.com.
“Al no haber compensado a Katherine los abogados se fueron con las manos vacías y además Katherine no tiene que pagarles. Fue una gran apuesta para los abogados de Katherine y la han perdido.”
De haberle cobrado las horas, la cuenta habría sido de más de 15-20 millones de dólares.
“Este caso comenzó hace más de tres años y se tomaron cientos de declaraciones, testigos expertos a los que hubo que pagar y todo salió de los bolsillos de los abogados”.
“Panish y Boyle aceptaron el caso en contingencia, lo que significa que no cobrarían a su clienta pero se habrían llevado un tercio de lo que el juez pidiera como compensación para la madre” dice una fuente a RadarOnline.com.
“Al no haber compensado a Katherine los abogados se fueron con las manos vacías y además Katherine no tiene que pagarles. Fue una gran apuesta para los abogados de Katherine y la han perdido.”
De haberle cobrado las horas, la cuenta habría sido de más de 15-20 millones de dólares.
“Este caso comenzó hace más de tres años y se tomaron cientos de declaraciones, testigos expertos a los que hubo que pagar y todo salió de los bolsillos de los abogados”.