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sábado, 26 de junio de 2010

¡Un sueño de amor!

Un altar de amor que hice para Mike la noche del 25 de Junio

No cabe duda de que vivir un sueño de amor, en una fecha tan especial, es como para pensar que los milagros sí existen a través de los sentimientos. Y digo ésto porque mi madre Doral ha sido el instrumento que un ángel del cielo ha seleccionado para manifestarse fisicamente en ella y traerme a mí; el mejor regalo, 

¡Qué increíble!

Hoy Mamá se acostó a descansar después del desayuno, la intención de ella era entretenerse en sus lecturas tan acostumbradas, pero se quedó profundamente dormida, y en el baibén de su viaje hacia el mundo de los sueños, de pronto se ve exigiéndome ir a visitar la casa de los abuelos "Nunca nos damos tiempo, hoy iremos hija, alístate", pero al llegar a ese lugar, mi mamá empezó a llorar profusamente porque la casa en el sueño ya no estaba, no aparecía, la habían derrumbado y por lógica, tampoco mis abuelos estaban ya, allí todo era un hermoso sembradío de plantas muy verdes y abundante olor al campo. Mamá no se explicaba qué había pasado, empezó a llamar a sus padres bañada de lágrimas y sentimiento: "Papá, mamá... ¿Dónde están?, recibiendo solemne, sólo el silencio de las hojas de los árboles, danzando al compás del viento.

Inmediatamente después, dice mi madre que en el sueño (venia yo con ella), nos dirigimos hacia la casa de algunos otros familiares, pero ya nada era igual, todo al parecer había cambiado, las fachadas de las casas, las calles, la gente, todo era distinto a como son las cosas en la realidad actual. Entonces mi mamá y yo nos regresamos a casa, ella continuaba llorando desconsolada, triste y tan decepcionada que no pudo encontrar ni ver a nadie, su pueblo ya no era ni la muestra de lo que fue en antaño; los niños jugando en la calle, otros subiéndose a los árboles, los perros ladraban, el olor a sopa caliente colándose por las paredes de las cocinas campiranas, ¡Qué hermoso! ¿verdad?

Cuenta mi madre que en su sueño nos regresamos a casa, ella continuaba llorando, yo me metí a mi recámara a dormir, ella se quedó sentada llorando su duelo en la sala, preguntándose por qué las cosas tuvieron que suceder así, por qué desaparece todo con el tiempo, se olvidan las promesas, los sueños, y tantos afectos que terminan cuando el tiempo lo borra todo. En realidad mi madre se sentía mucho muy desamparada emocionalmente durante su sueño, tanto que en su mar de lágrimas invocó a Dios, y le dijo:

"Señor, ¿porqué tienen que irse los seres que más amamos en la vida?, ¿Porqué tan pronto Señor?. Cómo quisiera que en este momento te hicieras presente padre celestial y me dieras una señal de que mi hija y yo no estamos solas, de que siempre hay y habrá alguien que nos ama"

En ese momento de repente se abrió la puerta de la entrada de la casa y cuál sería la sorpresa tan grande que dejó a mi mamá atónita por tal prodigio que ella consideró el milagro más grande y más hermoso jamás esperado: Pues el personaje misterioso que entró a la casa era nada más y nada menos que.... ¡Michael Jackson! Diosssss, dice mi madre que por poco se desmaya de la impresión tan fuerte: ¿Tú aquí Mike?... ¡No lo puedo creer!... ¿Qué está pasando?, aquí hay algo raro y Mike con su sonrisa tierna y amorosa se acercó y le respondió en perfecto español: ¿Porqué extraño? ¡Todo es posible en el mundo de los sueños!

Con los ojos muy abiertos y bajo los efecto del asombro en su rostro, mi madre estaba jubilosa por aquél honor de tener al Rey del Pop físicamente en nuestra casa, que no atinaba a decir una sola palabra, entonces Mike se dió cuenta que mi mamá lloraba por algo o por alguien y haciendo chasquidos con sus dedos como él siempre lo hacía, le extendió sus brazos invitándola a refugiarse en ellos para consolarla, ella se recostó en su hombro abrazándolo maternalmente, aunque no sé porqué mi mamá se sintió tan maternal con él, si ella sólo es mayor que Mike cuatro años. Pero el caso es que él la cubrió con sus brazos y muy amorosamente le dijo: ¡Ya, ya, yaa ya estoy aquí, todo está bien!.

Después mi mamá le invitó a sentarse, ella quería platicar con él, preguntarle dónde estaba, qué había pasado con su vida, pues ella tenía conciencia en el sueño, de que él ya había fallecido ¡pero estaba allí! y eso ella no se lo explicaba; sin embargo, él con toda la dulzura y serenidad del mundo le respondió: "Yo estoy aquí, y estoy allá, estoy en todos los lugares, soy de todos y no soy de nadie, pero estoy o soy", algo así le dijo. Y mientras él hablaba, mi madre lo observaba detenidamente: Llevaba puesto un pantalón con lentejuelas negras que brillaban muy bonito, una camisa tambien color negro, con sus mangas remangadas, su cabello suelto con sus frescos risos sobre su frente,  y el típico sombrero negro fedora... ¡Lucía hermoso!... y tan natural...muy de época bad.

Luego ellos continuaron hablando sobre otras cosas que mi mamá quería saber, entre las cuales le preguntó que si qué opinaba él, sobre lo que el mundo está haciendo con sus obras ahora después de un año que él se fué, a lo cual de manera tan franca y abierta sonriendo lo tomó él como un cumplido y como algo insignificante que no tenía la menor importancia, extendiendo sus manos en ademán de un: "No importa mucho", o "Me dá igual". Entonces mi mamá le preguntó que si él conocía mi blog, a él se le encendió el rostro como tomando muy en cuenta la pregunta. ¿Conoces a mi hija? Se llama Lidia, ¿Has visto que creó una página en internet para ti?, y con un gesto noble y agradecido, él asintió con un ligero movimiento de su cabeza, como diciendo: ¡Sí!

Los minutos pasaban, y a mi mamá le preocupaba que él tuviera que irse, sentía que le estaba quitando mucho su valioso tiempo pues afuera lo esperaban sus guardias de seguridad, entonces ella le dijo: "Cuánto me hubiera gustado que mi hija te hubiera visto, mejor ella y no yo" y la respuesta inesperada de él fue: ¿Dónde está tu hija?, ¡Déjame verla!.... ¡Sí, siiiiiii, siiii está dormida pero ven conmigo, yo te llevo hasta donde está ella, quiero que te vea! 

Mi mamá me despertó en el sueño y me dijo: "Ni te imaginas quién está aquí", supuestamente yo en el sueño me desperté y lo primero que vi, toda adormilada fue a él, muy cerca de mi y extendiendo sus manos hacia mi cabeza para terminar de despertarme con su tierna caricia, pero dice mi mamá que yo me sentía enajenada  de la emoción, pensando que seguía dormida y soñando dentro de mi propio sueño, pero no estaba soñando ¡El estaba allí, sonriéndome aunque estuviera soñando! ¿Qué increible no?

Cuenta mi mamá que me levanté como resorte de la cama y me abracé a él llorando, él me recibió en sus brazos cálidos, fuertes y amorosos, señalándome con el dedo un no y diciéndome en inglés: "no more tears" (no más lágrimas), y en ese momento mi mamá tuvo miedo de que me diera un infarto por el impacto de la emoción, y que yo misma no lo podía creer, le decía que lo amaba, que lo extrañaba, qué cómo llegó a la casa, que cómo supo dónde vivíamos, que porqué estaba hablandome en mi idioma, en fin... tantas preguntas que se atropellaban en mi mente casi paralizada por la alegría tan inmensa de tenerlo allí tan junto a mi corazón.

En ese momento mi madre despertó de su sueño, y vino directamente a comentarme la experiencia onírica vivida, mientras yo me encontraba viendo televisión. Me di cuenta en ese momento que los sueños de amor, no esperan a que sea de noche para manifestarse en el corazón de quienes recuerdan a sus seres más queridos. Eso lo supe al descubrirme bañada en lágrimas mientras mi madre compartía conmigo su relato.

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